Los jueces serán los que ‘ordenen’ el transporte alternativo. Y la primera empresa del sector en ponerse frente a ellos en un juicio es BlaBlaCar. Tras superar el primer escollo de la suspensión cautelar, la compañía gala defenderá el mismo argumento en la vista oral de mañana: no es una empresa de transporte que intermedia con ánimo de lucro. Se enfrenta a una denuncia por competencia desleal que, en el peor de los casos, desembocaría en el cierre en España. Según sus previsiones y si no sufren retrasos importantes, la sentencia debería conocerse antes del verano.
Todo arranca en mayo de 2015. La patronal de los autobuses Confebús presenta una denuncia por competencia desleal. Su tesis: la empresa no es una mera plataforma, sino una empresa de transporte que media entre oferta y demanda y, además, cobra una comisión por ello. En octubre, el juez escucha a las partes para decidir si suspendía cautelarmente su actividad. Unos meses después, lo desestima sin entrar en el fondo de la cuestión y basándose en el tiempo en el que la empresa ha operado sin ningún impedimento.
Ahora, llega la hora de la verdad para la empresa. El juez de lo Mercantil número 2 de Madrid, Andrés Sánchez Magro, tendrá que dilucidar si existe realmente competencia desleal en el primero juicio al que BlaBlaCar, con 2,5 millones de usuarios registrados en España, se enfrenta por su actividad. Lo hará en primera instancia en una decisión que podrá ser recurrida tanto en la Audiencia Provincial (y, posteriormente, en el Tribunal Supremo).
“Confiamos en la justicia”
La empresa se presenta confiada frente al juez. “Confiamos mucho en la justicia”, explica el responsable en España, Jaime Rodríguez, quien estima que cree que la desestimación de las medidas cautelares es “un precedentes positivo”.
¿Qué pide Confebús? La declaración de competencia desleal y el “cese inmediato de las prácticas de sus conductores y dejen de prestar el servicio”, según explica a este medio el abogado defensor de la organización, José Andrés Díez Herrera. Según indica, el objetivo no es el cierre de la empresa, sino la suspensión del servicio de transporte actual.
En principio, ambas partes se van a presentar con los mismos argumentos y pruebas que se dieron en el Juzgado de lo Mercantil el pasado mes de octubre en la vista oral para decidir la suspensión cautelar. BlaBlaCar contará con los testimonios de varios usuarios de su plataforma y con los informes de las firmas RolandBerger y Compasss LexEcon.
Se repite la historia: mismos argumentos
Confebús, que sumará varias respuestas escritas de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento, insistirá en tres argumentos importantes: los conductores están haciendo un trabajo profesional sin licencia; existe una labor de intermediación del transporte, y este modelo ha acarreado una reducción del 20% en su volumen de negocio.
Ante estos argumentos, BlaBlaCar plantea que no existe esta actividad de transporte tradicional. “Para que una persona haga un transporte profesional tiene que estar lucrándose y los ingresos ni siquiera dan para cubrir gastos; sólo dos usuarios lograron un beneficio de 3 euros”, explica el responsable de la empresa. En cuanto a la intermediación, reiterarán que se trata de una red social que se rige la por Ley de la Sociedad de la Información (LSSI) y no por la del transporte. ¿Y sobre el impacto en el negocio? La empresa limita al 0,3% su impacto, porcentaje que todos los usuarios representan respecto al número de viajeros de este modo de transporte.
Inspecciones de Fomento
Todo este proceso judicial no ha afectado sobremanera al negocio. Según explica la empresa, no ha tenido lugar una huida de usuarios, ni una reducción de viajes. De hecho, explican que la actividad ha mantenido un incremento de entre el 10 y el 15 por ciento respecto al año.
En estos primeros meses del año 2016, la compañía fue, al igual que otras plataformas digitales, diana de varias inspecciones del Ministerio de Fomento. “Sí se ha podido parar a algún usuario de BlaBlaCar pero no nos consta que haya habido alguna sanción”, explica Rodríguez.
Otros dos casos, pendientes
BlaBlaCar es la primera de las empresas de transporte alternativo que tiene que verse las caras con el juez. La otra que también prepara su defensa es Cabify. Su juicio ya está fechado. Será el próximo día 20 de julio.
La última será Uber. La compañía estadounidense tiene pendientes dos procesos judiciales. Uno en Madrid y otro en Barcelona. El último está a la espera de que un juez del Tribunal Superior de la Unión Europea (TJUE) se pronuncie sobre si la empresa se rige como empresa de transporte o como plataforma digital.