Este domingo está señalado en rojo para muchos usuarios de la línea 1 de metro de Madrid. Las obras de mantenimiento obligará al cierre del tramo entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe, en Vallecas. Y hay quien ha reaccionado para tratar de sacar tajada. La empresa Uber ha ‘enmendado’ a Ayuntamiento y Comunidad y plantea una línea alternativa con sus conductores que cubra parte de la demanda de estas estaciones cerradas.
Uno de los argumentos que siempre ha utilizado la compañía para defender su modelo alternativo es la multimodalidad. No se trata de un servicio excluyente, sino complementario al que prestan empresas públicas del autobús o el metro.
Ahora, esta suspensión de la línea 1 la interpreta como una oportunidad para poner en marcha esa mezcla de servicios de transporte en la ciudad. Y no es una ocasión baladí. Según sus propias cifras, el cierre de todas esas estaciones afectará cada día a más de 230.000 pasajeros.
Primera fase
Así, Uber ofrecerá un precio de 4 euros desde el lunes 4 hasta el viernes 8 de julio para todos los trayectos que tengan como punto de inicio y destino cualquiera de las estaciones de la línea. Con la opción de dividir tarifa, el precio del trayecto para un viaje de 3 o 4 pasajeros será más económico.
Pero, ¿cómo va a organizar la empresa el servicio? Tiene una complejidad añadida, pues no puede obligar a sus conductores a que cubran determinados trayectos, pues es una de las condiciones que podrían colocarlos como trabajadores y no como en la actualidad, donde son considerados colaboradores autónomos.
La solución está en la tecnología con la que cuenta Uber y que mide en tiempo real las 'zonas calientes', con mayor demanda de usuarios de su plataforma. Confían en que esta herramienta ‘llame’ a conductores que cubran este trayecto. Pero existe un riesgo intrínseco: que no haya oferta suficiente de coches.
“Esperamos que durante el tiempo en que esté la línea haya coches suficientes pero reconocemos que es posible que haya tiempos de espera altos”, apunta un portavoz de la compañía.
Un estudio de la multimodalidad
Ese 8 de julio se suspende el servicio en la línea para arrancar un estudio de multimodalidad de transporte junto a dos de sus socios: la aplicación de movilidad en la ciudad Moovit y la plataforma de compraventa de billetes de tren Truecalia. Su cometido: analizar los viajes con inicio o destino en los nudos de conexión de transporte y elaborar una encuesta a sus usuarios para establecer “las oportunidades del uso combinado de Uber y el transporte público”.
Con los datos recabados durante la duración de las obras, la compañía determinará cuáles son los trayectos de conexión con el transporte público más usados y cómo puede seguir potenciando la multimodalidad en la capital.
Con esos datos, Uber relanzará de nuevo una nueva línea especial. Será aprovechando la reapertura de los centros educativos tras las vacaciones de verano.
Silencio sobre la cifra de vehículos
Uber hoy por hoy opera con un servicio de coche privado con conductor (VTC). Lo hace desde el pasado abril, cuando puso en marcha el servicio sólo en Madrid (estudia expandirse a Barcelona, como aseguró recientemente su responsable en España). Sin embargo, mantiene silencio sobre sus cifras de actividad y de conductores. Alega que no quiere dar pistas a la competencia. Sólo se supo que en total se han produjeron 5.500 descargas de su aplicación en las primeras horas.
Pese a mantener silencio sobre sus cifras, la compañía aprovecha para reivindicar que las limitaciones de la regulación de las licencias de coches con conductor “hacen imposible alcanzar escala y garantizar un número de vehículos suficientes en ocasiones especiales”.
Denuncia de Fedetaxi
La reacción del sector del taxi no se ha hecho esperar. La Federación del Taxi (Fedetaxi) ha denunciado este nuevo servicio de la empresa estadounidense. Entiende que supone una línea regular de transporte de viajeros que comparten un turismo y el coste del trayecto algo que, según ellos, incumple la normativa.
El colectivo cree que la empresa "intenta colocar en el mercado Uber Pool, un servicio prohibido". Se refiere a la modalidad que Uber tiene activa en otros mercados y que se basa en la optimización de los trayectos en sus vehículos, al compartirlos entre varios viajeros que se incorporan y se bajan en distintos puntos del recorrido.
Desde Uber son claros: no se trata de un servicio regular, pues es el mismo que ya se viene prestando pero que se ofrece a un precio máximo especial si el trayecto empieza y termina en una zona concreta. "No es en un ningún caso un servicio programado o de línea regular ya que sucede exclusivamente bajo demanda del usuario", aseguran fuentes de la compañía.
Sobre la referencia a la venta individual de plazas, Uber recuerda que el precio es de 4 euros por trayecto de un vehículo completo. "Se detalla que existe la posibilidad de usar la opción de dividir el pago, una de las funcionalidades más valoradas por nuestros usuarios", aseguran.
Podemos y la prohibición
Durante la última campaña electoral, Podemos reclamó la prohibición de Uber. La razón: “Poner en riesgo a un sector laboral como el del taxi y atentar contra el sistema fiscal”. Lo defendió el secretario de sociedad civil. Rafael Mayoral, en un acto compartido con la asociación de taxistas Elite Taxi.
La pasada semana, Pablo Iglesias, líder del partido, trató de lanzar un mensaje de apoyo a través de la radioemisora de Radio Taxi Gremial de Madrid. En él volvió a ponerse del lado del sector: “Vamos a estar con vosotros frente a multinacionales que tienen sus matrices en paraísos fiscales”.