Un grupo de inspectores de Hacienda irrumpían el pasado mes de junio en las oficinas de Google en Madrid. El objetivo: avanzar en la investigación por presunta evasión fiscal. Ahora, la compañía presenta sus cuentas del pasado ejercicio 2015 en España. Y el resultado: su política fiscal con Irlanda como base de operaciones se mantiene intacta.
Según esas cuentas, a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, durante ese ejercicio fiscal incrementó un 17% la facturación neta hasta colocarla en los 66 millones de euros. Un estudio encargado por la propia empresa hablaba de que el volumen de negocio de la empresa era muy superior a esa cifra. Los beneficios netos superaron la barrera de los 5 millones de euros.
La compañía, que cerró el año con una plantilla de 199 personas (un 25% más que un año antes), logró un beneficio antes de impuestos de 7,5 millones de euros. Esa cifra le permitió pagar apenas 2,2 millones de euros de tributo de sociedades. El año anterior apenas superó la barrera de los 2 millones.
Ocho millones acumulados
En los últimos años, la compañía tecnológica apenas ha sumado ocho millones de euros en Impuesto de Sociedades. En los ejercicios 2010 y 2011, con unos ingresos de 26 y 32 millones de euros, registró pérdidas en su balance. ¿La consecuencia? No pasó por caja en Hacienda por este tributo. Los cuatro ejercicios desde 2012 han sido los que han concentrado el grueso de estos impuestos.
Para contextualizar, ¿de qué cantidad hablamos? Si lo comparamos sólo con los sueldos de los directivos de la empresa se puede ver hasta qué punto se trata de una cantidad ínfima. Eric Schmidt, presidente de la empresa, cobró precisamente 8 millones de dólares (7,2 millones de euros) entre salario y bonus en efectivo. Sundar Pichai, consejero delegado de la empresa, se embolsó 100 millones.
Qué representa España
Se trata de cifras muy escasas que representan una parte minúscula de todo el negocio que la matriz declara fuera de las fronteras de Estados Unidos. De acuerdo a los propios números de la empresa, en 2015 se facturaron 33.100 millones de dólares en lo que ellos denominan ‘Resto del mundo’. Por tanto, la facturación ligada a la filial española apenas supuso, al menos sobre el papel, un 0,1%.
En global, el volumen de negocio total de Google en 2015 rozó los 75.000 millones de dólares, con un incremento de 13,5% respecto al año anterior, 3,5 puntos porcentuales por debajo de la subida lograda en España.
Mantiene el sistema
Durante ese ejercicio, Google Spain ha mantenido el sistema tributario sobre el que la Hacienda española ha puesto la lupa. La filial sigue prestando, según su propia memoria, servicios de marketing y demostración de productos tanto a la sociedad con sede en Irlanda (Google Irland) como la matriz en Estados Unidos.
Es lo que se conoce como el café ‘doble irlandés’. Se trata de una estructura fiscal por la que la mayor parte del negocio se desvía hacia Irlanda, con un impuesto de sociedades un tercio inferior al español, y, en última instancia, a un paraíso fiscal.
La agencia estadounidense Bloomberg desveló en 2010 la estructura fiscal de la empresa del buscador. En los tres ejercicios anteriores a ese año, la compañía había dejado de pagar en Estados Unidos la nada desdeñable cifra de 3.100 millones de dólares. Su compleja estructura le permitía reducir un 2,5% la tasa de impuestos pagada más allá de las fronteras estadounidenses.
No es la única que mantiene estas estructuras en el mundo de las grandes multinacionales tecnológicas. Microsoft y Apple mantienen su centro de operaciones en Irlanda, mientras que Amazon cuenta con su ‘base’ europea en Luxemburgo.
Ejercicios bajo inspección… sin sanción
Según reza en la memoria de la tecnológica, la Agencia Tributaria española mantiene bajo inspección los cinco últimos ejercicios, desde el año 2012. ¿En qué impuestos? En todos los que debe abonar: IVA, Seguridad Social, IRPF, Aduanas y Sociedades.
Pese a ello, aún no ha habido ninguna sanción. “En opinión de los administradores no existen contingencias fiscales registradas de importes significativos que pudiera derivarse de posibles interpretaciones diferentes de la normativa fiscal”, asegura en su memoria.
Hasta ahora, la compañía fundada por Larry Page y Sergei Brin a finales de los años 90 en Silicon Valley sólo se ha visto obligada a llevar a cabo una regularización en 2013. Se puso al día en 2013 con un pago de apenas 1,9 millones de euros.
Más problemas
La compañía tecnológica mantiene numerosos frentes fiscales abiertos en el continente europeo. En Reino Unido ha tenido que negociar un acuerdo con la Hacienda británica que dejó su factura fiscal en 130 millones de libras esterlinas el pasado mes de enero.
Pero tiene muchos más frentes abiertos, además del español. En Italia, la policía para delitos financieros estima que Google habría evadido 227 millones de euros entre los ejercicios 2009 y 2013. ¿Y en Francia? Inspectores de la Agencia Tributaria del país galo entraron en las oficinas de la compañía en el país para profundizar en su investigación. Creen que los impuestos no pagados ascienden a 1.600 millones de euros.