Pep Gómez tenía 17 años. Era uno de los organizadores del evento Iniciador en Castellón. La edición de 2009 fue el detonante para conocer a Bernardo Hernández, cofundador de Idealista y en aquella época uno de los directores de Marketing en Google.
Era el comienzo de una amistad que acabaría en 2011 con la fundación de Fever, una tecnológica con las bendiciones de grandes fondos de Silicon Valley y de ‘estrellas’ como Sergio Ramos o Alejandro Sanz. Tras años difíciles, de tensiones, de importantes críticas internas por la gestión y de una alta rotación en el equipo, la compañía busca acelerar con su aplicación con la que descubrir planes de ocio con presencia en España, Nueva York y Londres. Y lo va a intentar sin su mediático y precoz fundador.
Inicios complicados
La compañía se fundó a finales de 2011. Gómez había superado por poco la mayoría de edad. El objetivo era crear una aplicación con la que los usuarios pudieran conocer todo el ocio que había a su alrededor, desde cenas hasta conciertos. Abrían oficina en Barcelona. Y su objetivo era consolidarse en España. Fue apadrinada por Hernández, que la respaldó desde el principio.
Los inicios no fueron fáciles. Necesitaron casi un año para desarrollar la aplicación y lanzarla al mercado. Los continuos cambios en la gestión y la alta rotación de personal empezaron a pesar. En ese 2012 se firmó la primera ronda de financiación de semilla con varios inversores. Un año más tarde llega el salto a Nueva York, donde abren oficina. En 2014 se anuncia una ronda de 3 millones de dólares con el músico Alejandro Sanz y el jugador del Real Madrid Sergio Ramos como inversores, que se suman a otros como el inversor inicial de Twitter, Jeff Pulver.
Transición que acaba en cambio
El año 2015 es un punto de inflexión. Se lanzaba Londres y llegan las dos rondas de financiación clave (de 12 y 8 millones de dólares) que introducen a algunos de los fondos más destacados de Silicon Valley. Accel Partners, que ‘acertó’ con el hoy gigante Facebook cuando sólo era una ‘startup’, se sumaba a otros grandes de la inversión como Fidelity. Todo se acelera y las exigencias de gestión son mucho mayores.
“Son muchas las habilidades que se necesitan para afrontar los desafíos; abrir nuevos mercados, gestionar muchos ingresos…”, resalta Bernardo Hernández. Había mucho en juego. Es evidente que el puesto requiere unas exigencias que no hacían fácil el mantenimiento de Pep Gómez al frente. En un primer momento se barajó la llegada de un gestor senior que lo complementara. Finalmente se decidió su sustitución, aunque manteniéndolo en el consejo.
Hoy la compañía, según sus propias cifras, cuenta con 5 millones de usuarios registrados (diez veces más que hace un año) y más de 2.000 anunciantes y promotores de eventos. Su modelo se ha mantenido estable en el último año: se basa en el cobro de una comisión por cada persona que se apunta para asistir a esa actividad.
Nuevo CEO: ‘Objetivo rentabilidad’
Esa transición se ha llevado a cabo desde la pasada Navidad y, según Hernández, “ha sido muy satisfactoria”. El nuevo CEO es Ignacio Bachiller, quien aterrizó en Fever en 2014 como responsable de negocio. Fue el encargado de lanzar el mercado de Londres. Y ahora debe pilotar en esta nueva fase en la que quiere priorizar la rentabilidad.
Precisamente una de las críticas que recibió la compañía estaba relacionada con el exceso de gasto para ‘conquistar’ nuevos usuarios para su plataforma. Ahora quieren optimizar estos gastos. “No es gastar menos sino de manera más eficiente; obtener más por cada euro que gastas”, apunta el también joven directivo. Se niega a ofrecer datos económicos, pero sí asegura que si mantienen la tendencia actual podrán lograr el ‘break even’ (punto de equilibrio entre ingresos y gastos) a lo largo del primer trimestre del próximo año 2017.
Más allá del gasto optimizado, persiguen incrementar el margen comercial de su gestión en la plataforma. Bachiller aduce que cobran una comisión más alta que las plataformas de venta de tickets para eventos ‘tradicionales’, como Ticketea o Entradas.com, porque no sólo se ofrece la venta de las entradas sino que “es una plataforma de marketing y visibilidad y llevamos tráfico adicional y damos mucha visibilidad”. ¿Qué les diferencia? “Una ‘ticketera’ es una utility; entras y compras la entrada que querías comprar… Fever está un paso antes. El usuario viene a Fever a descubrir algo y por tanto es un usuario que no iba a ir a tu evento”, argumenta. Y para ello tienen sus propias webs donde ofrecen información sobre esos eventos que, de acuerdo a sus estadísticas, cuentan con 30 millones de usuarios únicos en los tres mercados en los que están.
¿Qué hay de esa alta rotación de trabajadores en la compañía? “El CTO [responsable técnico], el jefe de producto y el CMO [jefe de marketing] llevamos dos años en la compañía y en el resto del equipo hay mucha estabilidad”, apunta Bachiller. Y pone de ejemplo a los 21 ingenieros que se mantienen en plantilla. “Sólo ha habido una salida en el último año”, apunta. Él fija la plantilla actual en más de 60 empleados, muy lejos de los 160 de los que se había hablado en el pasado. “Nunca hubo esa cifra; llegó a haber más de 70 trabajadores”, apunta.
¿Más dinero?
El objetivo es, por tanto, conseguir la rentabilidad en los mercados en los que se está presente, a comienzos del próximo año. Según explica el CEO, los ingresos se han multiplicado por 7 en año y medio, aunque no ofrece la cifra global.
El único dato disponible es el que está presente en las cuentas de la sociedad española Kzemos Technologies (primera constituida en sus orígenes): sumó 1,3 millones de euros en 2014 (último ejercicio disponible), casi el doble que un año antes. Esta cifra no está completa pues es una filial de la matriz ubicada en Estados Unidos, cuyas cuentas totales no están disponibles.
Esa rentabilidad en los tres primeros mercados serviría también para ser atractivos ante una potencial ronda de financiación ‘extra’ con inversores. “Esa es la tendencia de mercado”, resalta el CEO. A pesar de ello, reconoce que aún se encuentran cómodos con su caja y no necesitan una inyección de capital extra.
En ese camino a la rentabilidad, la compañía busca crecer en otros mercados. “Queremos seguir creciendo en París, Berlín, Lisboa, Milán, Chicago y Miami en los próximos dieciocho meses”, apunta. Mucho aún por recorrer.