A perro flaco, todo son pulgas. No basta con el declive y la consiguiente desintegración de su negocio en España. A la filial española del portal de internet Yahoo se le siguen abriendo frentes. La Oficina Antifraude Europea reclama ayudas públicas a la compañía. Casi un millón de euros que se ha visto obligada a provisionar en unas cuentas, las de 2015, donde sus ventas, procedentes principalmente de la publicidad, se han desplomado más de un 60%.
La OLAF es la oficina encargada de investigar el fraude contra el presupuesto europeo, la corrupción y las faltas graves dentro de las instituciones europeas. Ahora esta organización le reclama a Yahoo, una compañía con miles de millones de euros de negocio al año en todo el mundo, unas subvenciones públicas otorgadas en años anteriores, aunque no especifica el tipo de ayudas, ni el incumplimiento que ha acarreado esta petición.
En la memoria de las cuentas de 2015, la compañía admite que ha cooperado “completamente” con todas las solicitudes de información recibidas. La oficina estima que deberá devolver 959.000 euros, una cantidad que la filial ha provisionado en las cuentas. Se trata de un 13,4% de los exiguos 7,1 millones de euros que la compañía registró de facturación en ese año. Sin embargo, sí representa un nuevo frente para una compañía que ha vivido un particular vía crucis en el último lustro.
Nueva inspección de Hacienda
Esta de la OLAF no es la única inspección que la compañía ha recibido en este ejercicio 2015. Hacienda inició una del Impuesto de Sociedades de 2010 y 2011 y del IVA de 2011. La tecnológica está convencida de que esta revisión, que se mantenía en curso a cierre del año, no dará lugar a un “impacto significativo” en las cuentas anuales.
Pero hay más. La filial española tiene abiertos a inspección también los cuatro últimos ejercicios para los demás impuestos que le son de aplicación como compañía. Uno de sus grandes rivales, Google, recibió hace unas semanas la visita de los inspectores de Hacienda en sus dos sedes madrileñas. El objetivo era encontrar indicios de evasión de impuestos y fraude fiscal. Hasta ahora, la tecnológica del buscador sólo ha tenido que pagar 1,9 millones de euros en 2013 para ponerse al día con la Agencia Tributaria.
La estructura de Yahoo es similar al de otras muchas multinacionales, aunque con un centro de operaciones distinto. No está en Irlanda, sino en Holanda. Ahí es donde se sitúa la matriz de la filial, cuya actividad social es “la prestación de servicios de marketing a otras empresas del grupo”.
Desplome de las ventas
Al margen de su situación fiscal, Yahoo ha vivido un particular calvario empresarial durante el año 2015. El negocio no ha dejado de descender y la oficina española de menguar. La empresa lo justifica por el “clima económico general”, aunque no hace mención alguna a la creciente competencia en el sector publicitario de otros gigantes como Google o la red social Facebook cuyas maquinarias están a pleno rendimiento.
En concreto, las ventas de la compañía han pasado de 17,7 millones de euros a apenas 7 millones en tan sólo un año, más de un 60% de descenso. Pese a lo que pueda pensarse, las pérdidas se han reducido enormemente de los 4,2 millones a 178.000 euros. ¿La razón? Principalmente la reducción de costes, por el despido de buena parte de la plantilla (el gasto de personal pasó de 16,6 a 4,2 millones) después de que en enero de 2015 sacar a concurso el jugoso contrato para la gestión de la publicidad directa del buscador en otros sitios (display y Premium).
Fue Atresmedia el socio elegido para hacerse con el resto de la actividad publicitaria que se ha convertido en fuente de importantes de comisiones para el grupo dueño de La Sexta, Antena 3 y Onda Cero, entre otros medios.
El tercer rescate de la matriz
Con estos mimbres, la compañía ha vuelto a vivir un rescate de su matriz. Debido a las pérdidas de años anteriores y, sobre todo, al coste de la reestructuración de personal anunciada en 2014, la situación financiera se vio deteriorada. A cierre de 31 de diciembre de ese año el patrimonio neto era negativo por valor de 652.000 euros, por lo que la sociedad se encontraba en causa de disolución. La consecuencia ha venido en el ejercicio 2015: la sociedad holandesa se ha visto obligada a llevar a cabo una inyección de capital extraordinaria de 2,5 millones de euros.
No es una medida que resulte nueva para la compañía del portal de internet. Sin ir más lejos, en diciembre de 2013 la matriz hizo una nueva aportación de 2,8 millones de euros y en 2012 una nueva ampliación de capital de 600.000 euros. El guión es el mismo: las pérdidas de años anteriores pesaban en el patrimonio neto de la empresa.
La auditora de la empresa, Grant Thornton, llama la atención en su informe de las cuentas de 2015 tanto por este rescate como por las inspecciones es de la OLAF relativa a las subvenciones de la Unión Europea y de la Agencia Tributaria de España.
Cerrar su negocio: 1,6 millones
La empresa dirigida en los últimos años por la ‘ex-Google’ Marissa Mayer decidió en el primer trimestre de este año el cierre de manera definitiva varias de sus oficinas en el mundo. Una de ellas era Madrid. ¿Qué significó ese cierre de la persiana? Según consta en la memoria de la empresa, supuso un desembolso de 1,6 millones de euros.
Ese desembolso sirvió para despedir a “casi todos los empleados de la sociedad, dejando un equipo mínimo en España para concluir los asuntos de la sociedad en los meses venideros”. A ello sumó, entre otras medidas, la negociación y acuerdo para la finalización anticipada del contrato de alquiler de las oficinas de la empresa.
Con estos mimbres, las previsiones para el próximo ejercicio no son, ni mucho menos, halagüeñas. La actividad de la sociedad “se verá reducida en 2016 casi a cero debido a los despidos y al cierre de las oficinas”. Ahora deberá ser el gigante estadounidense de las telecomunicaciones Verizon, su nueva propietaria tras desembolsar 4.800 millones de dólares, qué hace con las operaciones en mercados europeos como el español.