Las grandes tecnológicas llevan años acumulando miles de millones de dólares en sus cajas. Los ingentes beneficios logrados en el extranjero más allá de las fronteras de Estados Unidos se acumulan sin ser gastados. El alto coste fiscal de repatriar ese dinero pesa como una losa y muchos de ellos necesitan seguir invirtiendo.
¿La solución? Pedir prestado. Los tipos de interés, a un nivel históricamente bajo, han empujado a Apple, Google y compañía a lanzarse a la venta de bonos de deuda. En lo que va de año, unos 100.000 millones han sido captados mediante emisiones de bonos, el equivalente al 10% del PIB español.
El último gran emisor que se ha unido al club ha sido Microsoft. La compañía fundada por Bill Gates no lo ha dudado: emite 19.750 millones de dólares en bonos para abordar la gran compra de la red social Linkedin en lo que se ha convertido en la tercera mayor operación de este tipo en 2016. Pero no es la única, ni mucho menos. Google, Apple o Dell se han sumado a la lista en lo que va de año.
Alta demanda y bajos tipos
Los bajos tipos de interés a los que se están cerrando estas operaciones las hace muy atractivas. La anunciada por Microsoft esta semana se hizo a 1,8 puntos porcentuales por encima de la referencia (el bono del tesoro estadounidense).
La alta demanda, pues recibió peticiones para cubrir más del doble de la cantidad reclamada, redujo de manera significativa los tipos respecto a la última operación que hizo en 2015. No es una excepción. Los 2.000 millones de dólares solicitados por Google, que se ha internado en el mercado de deuda después de más de dos años, sólo requirieron un tipo de interés del 0,68%.
Las grandes operaciones
La de Microsoft es la tercera gran operación de este año. La segunda es la protagonizada por una de las grandes tecnológicas: Dell. Se ha sumado a esta tendencia para financiar la compra del gigante de almacenamiento EMC (67.000 millones de dólares).
Junto a la de Google, el pasado mes de julio Apple dio un nuevo paso en su estrategia de deuda: 7.000 millones de dólares. Sólo en cuatro años, el fabricante del iPhone ha recibido más de 80.000 millones en diferentes emisiones.
Amazon ha llevado a cabo tres grandes emisiones. La primera en 1999, valorada en 1.250 millones de dólares (a un tipo de interés de 4,75%); la segunda en 2012 de 3.000 millones de dólares para ayudar a financiar la compra de su sede en Seattle (Estados Unidos), y la tercera en 2014 de 6.000 millones.
La excepción de esta tendencia es, quizás, Facebook. La compañía mantiene un nivel bajo de deuda y no ha llevado a cabo en los últimos años ninguna emisión.
Montañas de efectivo
Mientras eso sucede, en las cuentas de estas compañías no deja de crecer el dinero efectivo (y los activos equivalentes). ¿De qué se trata en realidad? No es sólo dinero en cuentas bancarias, sino también activos que se pueden hacer líquidos a corto plazo.
Apple es el campeón en esta particular batalla. Hoy cuenta con 240.000 millones de dólares en reservas, más del 90% fuera de las fronteras de Estados Unidos. Sólo en los últimos tres años ha sumado casi 85.000 millones a la ‘montaña’. Pero no es, ni mucho menos, la única.
Microsoft cuenta con 113.000 millones de dólares, 36.000 millones más que en 2013; Google acumula 84.000 millones, casi un 40% más que hace tres años; Facebook suma más de 23.000 millones, casi el doble que a comienzos de 2015… Amazon es el único que no acumula grandes cantidades de efectivo. A cierre del segundo trimestre del año, de acuerdo a la agencia de noticias Bloomberg, apenas aglutinaba 16.500 millones de dólares.
Pero, ¿por qué no le dan uso? Una razón muy sencilla: la normativa fiscal de Estados Unidos, donde están ubicadas todas sus sociedades matrices, coloca en el 35% el tipo al que tributan estos beneficios repatriados desde el extranjero. Estas compañías mantienen buena parte de ese dinero fuera de las fronteras. De hecho, según las estimaciones de Bloomberg, las multinacionales estadounidenses mantenían 2,1 billones de dólares en otros países.
No es una cuestión nueva en Estados Unidos. Durante tiempo ha habido un debate político para reducir ese impuesto. En 2015 hubo una propuesta, de dos veteranos senadores –uno republicano y otro demócrata-, para reducir de manera muy significativa esta factura fiscal. Sin embargo no ha habido cambios en este sentido.