Edificio con oficinas de Santander en Berlín.

Edificio con oficinas de Santander en Berlín. S. M.

Empresas banca

Las cajas de ahorros sacan los colores al Banco Santander en Alemania

  • Una decisión de la más alta institución judicial germana impide usar su color rojo en suelo germano.
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7 agosto, 2016 00:56
Berlín

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Alemania parece ser terreno incómodo para el Banco Santander. Bien es cierto que aquí la compañía española es líder en el negocio de financiación de automóviles, un servicio que presta en colaboración con fabricantes de coches y concesionarios. Pero en territorio teutón, donde el Banco Santander está presente con unas 300 oficinas – un número muy modesto comparado con las casi 3.500 que presenta en España o Brasil –, tiene problemas de imagen.

No es que se le vea como un mal banco. Ocurre que no se le deja emplear su característico color rojo. El motivo es una batalla judicial surgida hace casi diez años sobre el uso de ese color que le enfrenta a la Asociación de Cajas de Ahorros de Alemania. Estas instituciones financieras germanas llevan décadas utilizando un rojo casi idéntico al de Banco Santander y defienden una suerte de monopolio cromático.

Hace unos días, la Corte Federal de Justicia de Alemania (BGH, por sus siglas alemanas) dio la razón a las cajas de ahorros germanas. Este grupo constituye una potente organización financiera dotada de algo más de 15.000 oficinas en Alemania. Allá en 2002 patentó el color rojo como marca de su uso exclusivo. “No nos podíamos imaginar otro tipo de respuesta de la BGH”, dice a EL ESPAÑOL Stefan Marotzke, responsable de comunicación de la asociación de cajas de ahorro germanas.

Una sucursal de las Sparkassen.

Una sucursal de las Sparkassen.

“Puede que en el mundo el color rojo sea el del Banco Santander, pero en Alemania, en el sector de la banca minorista, no es así”, añade Marotzke, uno de los casi 250.000 trabajadores de los que disponen la asociación alemana de cajas de ahorros.

La acera del número 70 de la Frankfurter Allee, una de las avenidas berlinesas más conocidas y largas en virtud de sus 3,6 kilómetros, es un buen lugar para poner a prueba esa afirmación. Allí hay una oficina del Banco Santander. Pero, según los viandantes, incluso los que pasan frente a la oficina del banco español, ven el rojo como un color identificado con las “Sparkassen”. Con ese término se conocen aquí a las cajas de ahorros.

Por eso Louise, una empleada de hospital de 27 años, responde “Sparkasse” cuando se le pregunta con qué banco identifica el color rojo. También lo hace así Helgo, un cocinero de 43 años que fuma en la esquina de la Frankfurter Allee con la Jungstrasse, lugar exacto del barrio del este berlinés de Friedrichshain donde se encuentra esa oficina del Banco Santander.

Stefan, responsable de una tienda de compra-venta de productos electrónicos situada a dos pasos de ese local, responde igualmente con rápido “Sparkasse”. Él añade, al igual que Louise, que no ve “ningún problema en que otro banco utilice el color rojo”. Sin embargo, las Sparkassen y las autoridades germanas tienen una opinión radicalmente distinta.

En el Banco Santander se plantean cómo dar la vuelta a esta situación, incluso cuando muchos la verían irreversible, especialmente tras la decisión del BGH, la instancia más alta de derecho civil de Alemania. “Hemos tomado nota de la decisión del Tribunal Supremo [en referencia al BGH] de mantener el color rojo como marca, ahora estamos analizando la decisión y valorando las opciones que tenemos para impugnarla”, manifiestan escuetamente a este periódico desde la entidad bancaria española.

UNA PATENTE, ORÍGEN DEL CONFLICTO

Aluden así en el banco español la medida que tomaron las Sparkassen para proteger su rojo en 2002. A saber, patentarlo como marca. De hecho a ese color se le llama el “rojo HKS13”. La idea es que sólo pueden utilizarlo las cajas de ahorros para publicitar, presentar o promocionar sus servicios de banca minorista.

En su día, la llegada del Banco Santander a Alemania supuso el inicio del pulso que mantienen ambas instituciones desde hace ya nueve años. El banco español consiguió en 2015 que el Tribunal Federal de Patentes le diera la razón y le permitiera el uso del rojo. Pero justamente esa decisión fue la que las Sparkassen llevó ante la BGH.

La compañía española utiliza un color “rojo HKS14”, que no es lo suficientemente diferente del de las cajas de ahorros, de acuerdo con las Sparkassen. Por eso se judicializó el conflicto. “La cuestión es importante porque, en Alemania, los clientes sabrán al final, cuando se les está ofreciendo un mensaje o publicidad de una institución de crédito, que el rojo se identifica con una caja de ahorros”, apunta Marotzke.

Logo de una oficina del Santander en Alemania.

Logo de una oficina del Santander en Alemania. S. M.

UN JUICIO PARALELO POR DAÑOS

En 2009, el Banco Santander hizo publicidad utilizando su típico color rojo en Alemania, algo que fue denunciado por el grupo para la que trabaja Marotzke. En consecuencia, hay en paralelo una denuncia por los eventuales daños que ese uso del rojo haya podido causar a las Sparkassen. El tribunal regional de Hamburgo se encarga del caso. Dicha institución ha preferido esperar a la decisión del BGH para poder analizar el caso. Aún tiene que pronunciarse.

Sabiendo que el máximo organismo judicial germano se ha manifestado a favor de las cajas de ahorro, Marotzke y compañía son optimistas. “Creemos que nuestra posición frente a la Justicia sale fortalecida tras la decisión de la BGH”, asegura Marotzke. En Hamburgo, el enfrentamiento cromático que mantienen el Banco Santander y las Sparkassen está lejos de haber terminado. “Puede pasar de todo”, afirma el portavoz de las entidades alemanas.

UN SANTANDER MENOS ROJO

La decisión del BGH, tomada el pasado 21 de julio, es demasiado reciente para que el Banco Santander tenga ya puesta en marcha una estrategia para defender su característico color rojo en Alemania. Si existen vías para salir de esta situación, pedir el amparo del Tribunal Constitucional parece una de ellas, incluso cuando esa medida de no es vinculante.

Sea como fuere, Banco Santander parece estar adaptándose al difícil terreno teutón. En la oficina de la Frankfurter Allee, de hecho, parte del “rojo HKS14” parece haber abandonado la imagen de la institución financiera española. Cuando pasó por aquí el coche de toma de imágenes de la aplicación Google Maps, del gigante informático estadounidense Google, el color del fondo de los carteles era el típico de la firma española. Las letras “Santander Consumer Bank” estaban en blanco. Ahora el fondo es color plata. Hay mucho menos rojo. Sólo está en las letras.