Que Volkswagen manipulara las emisiones contaminantes de sus vehículos no ha tenido, en apariencia, ningún efecto en los consumidores españoles. Ni impacto en el número de coches vendidos, ni descalabro en la facturación de su negocio en España, aunque sí se ha resentido su rentabilidad.
La filial responsable de la distribución en España de los modelos de VW, Audi y Skoda en España, Volkswagen Audi España, S.A. (Vaesa), cerró el ejercicio 2015 con una cifra de ingresos de 3.053 millones de euros, un 18% más que en 2014, cuando su volumen de ventas se situó en 2.571 millones. Unos datos que desvela en la memoria de su último ejercicio fiscal que ha remitido al registro mercantil.
Estas cifras de 2015 corresponden, casi en su totalidad, al mercado español (3.002 millones), y sólo 51 millones se deben al negocio de las exportaciones de vehículos usados a otros países. Además, la compañía detalla cómo se distribuyen esos ingresos por marcas. De ellos, un tercio corresponden a su enseña Volkswagen (1.167 millones, un 18% más que en 2014). Unos vehículos que, en su mayoría, vienen de fuera porque en España la enseña germana sólo fabrica el Polo. Al utilitario atribuye ingresos locales por valor de 163 millones de euros. Así, otros 1.004 millones de euros de facturación de Vaesa corresponden a VW importados.
Por detrás de la marca que da nombre al grupo están las ventas que le aporta su enseña 'premium' Audi, que el pasado año alcanzó los 969 millones (un 27% más que en 2014); mientras que el otro tercio se reparte entre checa Skoda (233 millones) y el resto de actividades, como la comercialización de vehículos comerciales y usados, recambios y accesorios.
Impacto en el beneficio
Las ventas, por tanto, no han sufrido un impacto por el denominado ‘diéselgate’. El escándalo se desveló hace un año cuando salió a la luz que la multinacional había manipulado durante años el software que medía las emisiones contaminantes de algunos de los motores diésel.
No ha sucedido lo mismo con su beneficio, que sí se ha reducido de un año a otro. El pasado año, el negocio de Volkswagen Audi (cuyas acciones están controladas por Seat) logró un resultado neto de 12,5 millones de euros, un 28% menos que el año precedente.
La compañía no desglosa los motivos de esta caída aunque sí asume el impacto del escándalo de las emisiones contaminantes. “El resultado del ejercicio se ha visto afectado por las incidencias relativas a las emisiones (N0x) de los motores diésel EA189, limitando el resultado de la sociedad. Durante 2016 está previsto que el Grupo Volkswagen implemente las soluciones técnicas oportunas, por lo que no se espera un efecto significativo sobre los volúmenes de la marca”, indica.
En cuanto a cómo se conoció el escándalo, la filial española asume que fue la administración estadounidense la que destapó el engaño. “En septiembre de 2015 la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos y la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) informaron de que habían detectado que algunos motores diesel (EA189) de Volkswagen en EEUU tenían instalado un software que detectaba cuando el vehículo estaba en el banco de pruebas, modificando los valores de emisión de NOx. Volkswagen AG se comprometió con las autoridades a aplicar las medidas necesarias para revisar el comportamiento de dichos motores en el banco de pruebas e inició una investigación exhaustiva interna y externa para aclarar todo lo referente al caso”.
Y no da más detalles respecto a lo ya publicado. “Volkswagen AG informó de que el software estaba instalado en unos 11 millones de vehículos en todo el mundo de las marcas Volkswagen, Audi, Skoda, Seat y Volkswagen Vehículos Comerciales. Durante 2016 está previsto que se implementen las soluciones técnicas oportunas, cuyo coste será asumido por Volkswagen AG”, añade.
Más impuestos
El pasado año, la filial de Volkswagen pagó en España 13,9 millones de impuestos sobre beneficios, prácticamente el doble que en el año anterior, cuando pagó al fisco 7,1 millones de euros.
La compañía reconoce que Hacienda mantiene abierta a “comprobación administrativa” todos sus tributos del periodo 2012-2015 después de dar carpetazo a las inspecciones de años anteriores. “Durante este ejercicio ha finalizado el proceso de inspección tributaria iniciado en 2013, correspondiente a los impuestos del periodo 2009-2011, sin ninguna regularización significativa de los mismos”, apunta.
Al margen de cómo van sus ventas en España, a Volkswagen le ha surgido otro problema que le ha obligado a paralizar la producción de dos de sus principales modelos. En concreto, tiene que interrumpir la fabricación del Golf y el Passat en seis plantas germanas ante la falta de varios componentes, como asientos y cajas de cambio, por una disputa sobre los contratos que mantiene con sus empresas proveedoras.