Si hay un apellido que representa el poderío empresarial italiano es Agnelli. La familia que está detrás de Fiat, Ferrari y de la Juventus de Turín acaba de realizar un movimiento corporativo que pone en entredicho sus relaciones con el Gobierno de Matteo Renzi y, según los más críticos, su compromiso con Italia. Ha decidido trasladar la sede de su corporación familiar desde su Turín natal hasta Holanda.
Los Agnelli llevarán a los Países Bajos la sede de Exor Spa, la sociedad a través de la que canalizan sus inversiones. Mediante ella, por ejemplo, controlan casi el 30% de las acciones de Fiat (y el 44% de los derechos de voto) y el 23% de los títulos de Ferrari (el 33% de los derechos de voto). A cambio, en Holanda disfrutarán de un impuesto de sociedades menor. Sobre el papel es del 25%, frente al 27,5% que soporta su corporación en Italia. También tendrán una regulación que les permitirá protegerse mejor en caso de recibir una oferta de compra no deseada.
La decisión, tomada este sábado por los accionistas de Exor, ha provocado la reacción del mundo empresarial y, también, del político. Su movimiento llega cuando queda poco más de un mes para que los italianos vayan a las urnas para votar en referéndum el nuevo modelo de Estado que propone Renzi.
“Es preocupante que los Agnelli se vayan de Italia”, criticó Ricardo Illy, presidente del grupo cafetero Illy, en declaraciones recogidas por la agencia estadounidense Bloomberg. “No se está haciendo lo suficiente para retener holdings empresariales como el de la familia Agnelli”, añadió. “Han sido muy importantes para la cultura italiana y siento [esta decisión], pero lo importante es la capacidad de invertir en Italia”, aseguró el exministro de Trabajo, Enrico Giovannini. “Las multinacionales son así, intentan buscar el mejor lugar para invertir y para ubicar sus sedes. Es parte del negocio”, añadió.
“Evolución natural”
Los Agnelli, hoy bajo el apellido Elkann, lo justifican como un movimiento de progresión natural”, según palabras del presidente de Fiat Chrysler, John Elkann, descendiente del fundador del grupo automovilístico. “Exor ya tiene la mayoría de sus activos en Holanda, así que este movimiento es una evolución”.
“No tiene que ver con el atractivo de Italia. Es un gran error verlo como un movimiento simbólico”, insistió. En los últimos años, Exon ha dado significativos pasos fuera de Italia, por ejemplo, adquirió una participación de la revista The Economist (más del 43%) o la aseguradora PartnerRe, con sede en Bermudas. Pero la familia transalpina ha dado pasos atrás, como su salida de RSC en la guerra de ofertas por el control del grupo editor del diario El Mundo. “La evolución requiere la presencia en mucho mercados distintos, así que hemos elegido un país que, históricamente, tiene una serie de regulaciones que son positivas para las compañías con intereses en diferentes países”, recalcó Elkann.
¿Qué busca con la ‘mudanza’?
Elkann recalcó que no hay motivos fiscales detrás de esta decisión. Sin embargo, tener una sede en Holanda ha sido una de las preferencias de muchas grandes multinacionales a la hora de decidir dónde ubicarse en Europa. No sólo por su Impuesto de Sociedades, sobre todo porque permite llevar a cabo el denominado ‘sándwich holandés’. Este consiste en repatriar a la matriz ubicada Países Bajos dividendos de filiales en otros países y, desde allí, redirigirlos a las Antillas Holandesas. El resultado: un Impuesto de Sociedades de sólo el 2%.
La regulación holandesa tiene otra ventaja esencial: permite aglutinar las acciones de una compañía, por ejemplo, a través de la gestión y cesión de los derechos de voto que poseen los accionistas. Esto permite defenderse, incluso blindarse, en caso de recibir una oferta de compra por parte de un inversor no deseado.
Hoy el valor neto que da a los activos de Exor supera los 11.000 millones de euros, según las estimaciones publicadas por la propia sociedad (a cierre del ejercicio 2015) y la mayor parte del negocio, explica, viene de Estados Unidos. ¿Por qué? Por la adquisición de Chrysler en el año 2009.
‘Los Kennedy’ de Italia
En muchas ocasiones, los Agnelli se han comparado con 'los Kennedy' estadounidenses, por su poder, por su influencia social, sus escándalos y, también, por los accidentes mortales que han marcado su destino.
John Elkann es tataranieto del fundador del grupo automovilístico Fiat. La Fabbrica Italiana Automobili Torino nació de la mano de Giovanni Agnelli en 1899. No pudo cumplir sus planes y cederle la empresa a su hijo, Edoardo, que falleció en un accidente de avión. La dirección del creciente imperio empresarial pasó al nieto del fundador, Gianni (conocido como l’avvocato) quien mantuvo a sus compañías en las primeras páginas de tabloides y de la prensa económica. Hoy es el nieto de este, John, el que lleva las riendas y el que ha llevado el consorcio familiar hasta Holanda. Su hermano Lapo, en cambio, es habitual de la prensa ‘rosa’ por sus escándalos.