Era una de las operaciones más esperadas del ecosistema emprendedor español. Por el tamaño de la ampliación de capital y por la compañía, Hawkers, una de las de mayor crecimiento del panorama. Y ya ha sido cerrada: Alejandro Betancourt, un destacado empresario venezolano, ha puesto sobre la mesa buena parte de los 50 millones de euros, inyectados al fabricante de gafas de sol por una participación minoritaria. Se suman como inversores dos de los miembros del equipo fundador de la red social Tuenti, Félix Ruiz (hoy presidente de Jobandtalent) y Hugo Arévalo.
Hasta ahora se habían negado a aceptar capital, pues se financiaban con los beneficios logrados que reinvertían en la empresa, según sus promotores. Esta irrupción de un inversor externo es un hito y tiene como objetivo la aceleración del negocio. Primero en su expansión internacional en mercados como Estados Unidos. España apenas representa un 35% del total de sus ventas y esperan que el peso de mercados extranjeros sea aún mayor. En este crecimiento, las tiendas físicas tendrán un papel destacado, después de casi tres años vendiendo exclusivamente en internet.
Otro de los objetivos es contar con fondos suficientes para hacer crecer su plantilla e invertir en I+D. “Queremos ser referencia no sólo por calidad-precio, sino por innovar en materiales y en la manera en que hacemos el marketing digital”, explica Francisco Pérez, cofundador y director general. En este tiempo se han caracterizado por una fortísima inversión en publicidad en redes sociales, llegando a gastarse hasta 20.000 euros al día en publicidad en Facebook.
El otro de los fines es el reparto del juego en su particular ‘holding’ de las gafas. Hasta ahora, todo el protagonismo se lo ha llevado Hawkers, pero bajo el paraguas de la compañía Saldum Ventures también están otras tres marcas: Miss Hamptons, Northweek o Wolfnoir. ”Hasta ahora toda la reinversión la hemos hecho en Hawkers y ahora queremos dotar de recursos y llevar al resto a ese nivel”, explican.
Quiénes son los inversores
Pero, ¿quién es Betancourt? Su nombre no es muy conocido. Su trayectoria en España ha sido corta pero intensa. Él, junto con su primo Pedro Trebbau López, forman un grupo de jóvenes empresarios venezolanos que hicieron fortuna hace varios años en el país latinoamericano gracias a varios contratos importantes del Estado. Son conocidos popularmente los ‘bolichicos’ y han estado en la picota judicial: la Justicia de Estados Unidos les ha seguido la pista en un caso de posibles violaciones a las leyes bancarias del estado y el pago de sobornos. Un tribunal estadounidense desestimó estas acusaciones.
En España, ambos cuentan con varias compañías, todas relacionadas con el sector inmobiliario. De hecho, Derwick Associate, compañía fundada por el propio Betancourt (de la que también es consejero delegado), se quedó con la finca de caza ‘El Alamín’, subastada tras el concurso de Viajes Marsans. La operación de Hawkers la lleva a cabo a través de una sociedad de inversión O´Hara Financial, en la que coincide con otros inversores independientes y privados.
Pero, ¿por qué elegirlo a él? Ha habido muchos pretendientes. Rumores de todo tipo han colocado a grandes grupos de distribución adquiriendo un porcentaje de la empresa, grandes grupos de capital riesgo internacionales especializados en empresas tecnológicas…
Muchos fondos nacionales e internacionales se han sentado con los emprendedores. Pero, finalmente, los emprendedores se han decantado por este inversor. “Era el más idóneo, pues hemos encontrado en este grupo de inversores las circunstancias en las que podemos trabajar de manera que no nos altere nuestra forma de trabajar y nuestro ADN”, apunta David Moreno, uno de los cofundadores. Accedieron a él gracias a Hugo Arévalo y Félix Ruiz, que hicieron de ‘cicerone’. “Nos presentaron a Alejandro, lo conocimos y es una persona que conectó con nosotros enseguida”, apunta David.
El reparto accionarial no se ha dado a conocer, pero lo único claro es que el equipo directivo y los emprendedores no han cedido la mayoría y por tanto siguen controlando, al menos, el 51%.
La valoración, una incógnita
Se trata de una de las rondas de financiación más destacadas de los últimos años en España, pero la valoración es una incógnita. Desde el equipo fundador sólo se limitan a recordar como referencia el caso de Warby Parker, un distribuidor de gafas en Estados Unidos.
Este competidor estadounidense nació hace seis años y ha recaudado más de 350 millones de dólares. En el último ejercicio alcanzó los 100 millones de dólares de facturación. Su valoración alcanzó los 1.200 millones de dólares después de que el fondo de inversión T. Rowe Price inyectara 100 millones de dólares.
Más tiendas físicas
Este competidor estadounidense nació, al igual que Hawkers, en internet. Y posteriormente puso en marcha una estrategia de apertura de tiendas físicas. Ahora, los españoles se plantean seguir sus pasos. Y de hecho tienen decidido abrir espacios físicos para vender “a pie de calle”, pero no hay aún nada decidido.
Hoy el 92% de su negocio se logra en internet y el 8% a través de socios distribuidores, entre los que se encuentran grandes compañías como El Corte Inglés o Inditex. El fin es incrementar el negocio ‘offline’. Tienen prevista la apertura a corto plazo de una tienda ‘piloto’ para analizar la acogida. “Ahora va a ser una pero pueden ser muchas más”, asegura Moreno. Dinero tienen para afrontar esa inversión.
Los 1.000 millones, “grabados a fuego”
La pretensión última es, por tanto, acelerar su negocio. La compañía asegura que en 2014 su negocio alcanzó los 15 millones de euros. Sin embargo, Saldum Ventures, la sociedad de la que dependen no sólo Hawkers sino las otras tres marcas de gafas que distribuyen, declaró una facturación de 5,3 millones. ¿Por qué? La respuesta: “Tenemos empresas y oficinas en varios países”. Según ellos, concentran ventas en otras compañías más allá de la española.
De acuerdo a sus propias cifras, en 2015 alcanzaron los 40 millones de euros y para 2016 se espera superar los 70 millones. El objetivo, tras esta inyección de capital, es alcanzar los 150 en 2017 y 300 millones en 2018.
Con este horizonte, la compañía sigue teniendo como el gran objetivo la valoración de los 1.000 millones de euros. “Lo tenemos grabado a fuego, lo hemos construido como idea y vamos a poner los medios y la fuerza para conseguirlo”, asegura Moreno. No quieren plantearse más allá de los dos próximos años, ni potenciales salidas a bolsa. “Queremos seguir aprendiendo y disfrutando”, concluye Francisco Pérez.