Ni una sola inspección de Hacienda en siete años de actividad en España. Las cuentas de la filial de Facebook no reflejan ningún asunto pendiente con la Agencia Tributaria, pese a su ingeniería fiscal con sede en Irlanda. Se convierte así en la única gran tecnológica de las cinco más valoradas –Apple, Amazon, Microsoft y Apple- que no confirma en sus balances que la lupa de Montoro está sobre sus cifras. Y todo después de que la compañía haya pagado menos de 400.000 euros de impuesto de sociedades en su trayectoria. De esa cantidad, un tercio ha sido sólo durante 2015.
El esquema de Facebook es similar al de Google, a la que Hacienda lleva meses investigando y en cuyas oficinas en Madrid irrumpieron varios inspectores este verano en busca de documentación por posible evasión fiscal. Tiene su sede en Irlanda y la filial sólo lleva a cabo servicios de promoción y marketing. De hecho, en sus cuentas se deja muy claro: la totalidad de sus ingresos es por servicios prestados a Facebook Ireland Limited.
Un negocio ‘in crescendo’
Esos ingresos en 2015 marcaron un récord. En total, la filial facturó 7,1 millones de euros un 45% más que un año antes (el mayor incremento de los últimos ejercicios). Pero todas esas ventas procedían de servicios a la compañía con sede en Dublín. Esta estructura se ha mantenido sin cambio alguno desde que en 2009 se fundara la filial.
Es evidente que estos no son los ingresos reales de la compañía, una de las que mayor pujanza ha demostrado en el último lustro en el mercado de la publicidad digital. ¿Cuántos de los ingresos que se concentran en Irlanda se producen por su actividad (publicitaria) en España? La empresa no ofrece ningún dato.
Los anuncios en internet generaron un volumen de facturación en 2015 de casi 1.300 millones de euros, según los datos de IAB Spain. Sólo con que la red social fundada por Mark Zuckerberg controlara un 5% de cuota, se trataría de más de 60 millones. La tecnológica declaró en 2015 un negocio de 4.400 millones de dólares en Europa.
Sin inspecciones de Hacienda
Con todo, la compañía, que cuenta con 16 millones de usuarios activos de promedio (según sus propias estadísticas), se ha enfrentado a una factura fiscal tremendamente reducida. En este tiempo ha pagado 373.000 euros de impuesto de sociedades, en base a los beneficios declarados. Pese a ello y a su estructura con sede en Irlanda, en todo este tiempo no ha recibido ninguna inspección. Al menos no figura en sus cuentas.
Fuentes de la Agencia Tributaria reconocen que la información plasmada en la memoria anual de la empresa no tiene por qué incluir, legalmente, las inspecciones abiertas y que si lo hace es más por un motivo de transparencia hacia los accionistas. ¿Ha habido alguna inspección? Un portavoz de la empresa ha declinado hacer comentarios a este medio.
Entretanto, todas las grandes compañías tecnológicas sí que han declarado inspecciones para muchos de los impuestos que le son propios. Otras más pequeñas, como la red social Twitter, también se han salvado de la quema, si uno se atiene a lo declarado en sus cuentas.
Como resultado de todas esas inspecciones, Hacienda ha reclamado en los últimos años más de 120 millones de euros a grandes compañías de este sector. El gigante del software Oracle es la que más ha tenido que pasar por caja, al abonar 87 millones de euros tras varias actas levantadas. Por su parte, Microsoft lleva tiempo litigando para no pagar dos sanciones que suman más de 30 millones de euros.
Facebook y sus problemas en EE.UU.
Dublín sigue siendo la sede principal de la compañía. Y eso le está reportando problemas en su país de origen, Estados Unidos. La agencia federal encargada de la recaudación fiscal (IRS) anunció en julio que la compañía se puede enfrentar al pago de entre 3.000 y 5.000 millones de dólares, más intereses y sanciones.
¿La razón? El origen hay que encontrarlo en un análisis realizado por la IRS de los precios de transferencia –el envío de beneficios de un país a otro mediante el encarecimiento de los productos que vende a sus filiales– y cómo con ellos permite minimizar la factura fiscal en los Estados Unidos.
Ahora se cumple un mes de la ‘sanción’ histórica de Bruselas a Apple: le reclama 13.000 millones de impuestos no pagados. No tanto por concentrar su facturación en Irlanda, sino por el acuerdo con el gobierno de este país para que los impuestos pagados allí se vean reducidos incluso por debajo del 1%.