Pontegadea es la sociedad con la que Amancio Ortega controla más de la mitad de las acciones de Inditex y con la que diseña y ejecuta todas sus grandes operaciones inmobiliarias, ésas que le han llevado a ser uno de los inversores individuales más relevantes del mundo. Con ella genera un volumen de ingresos que, si estuviera en bolsa, directamente, podría auparse al ranking de las diez mayores cotizadas de España por volumen de facturación.
En 2015, Pontegadea Inversiones alcanzó un volumen de ingresos de 21.234 millones de euros. En los últimos 12 meses, su cifra de negocio creció más de un 15% gracias, sobre todo, a la evolución del negocio de Inditex, según las cuentas del Registro Mercantil. En este periodo, el resultado neto de la sociedad se situó en 3.027 millones de euros, casi 500 millones más que en el ejercicio precedente. Llama la atención, especialmente, el valor de los activos bajo control de Pontegadea Inversiones que ascienden a 24.589 millones, sólo en esos 12 meses los ha incrementado en 2.112 millones de euros.
El volumen de ingresos de Pontegadea le permitiría codearse con los principales ‘blue chips’ del selectivo. Estaría por detrás de grupos como Santander, Telefónica y Repsol, pero por delante de la propia Inditex, Endesa o Mapfre. También dejaría atrás a gigantes españoles como Mercadona, que en 2015 facturó 20.831 millones, y los 15.219 millones de volumen de ventas de El Corte Inglés.
Ropa y ladrillo
La propia compañía explica cuál es su actividad. Por un lado, se dedica “al arrendamiento de inmuebles”. Por otro, a la "actividad textil: fabricación y comercialización de artículos de moda, ropa, calzado, complementos y productos textiles para el hogar, desarrollada por el subgrupo Inditex".
A través de Pontegadea, Amancio Ortega controla el 50,01% de las acciones de la textil dueña de Zara tras la reorganización societaria que llevó a cabo a finales de 2012. A ellas, suma otro 9,284%, que gestiona a través de otra sociedad, Partler. Ese poder sobre Inditex es una de las claves del oxígeno con el que cuenta Pontegadea porque, cada año, es la principal beneficiaria del millonario dividendo que genera la textil. Sólo el pasado año, el holding recibió casi 1.000 millones en dividendo.
A través de sus dos sociedades, Ortega acumula 5.000 millones de euros gracias a su retribución como accionista de referencia. Con esos fondos financia la compra de edificios. El holding, en sus cuentas, no desvela qué inmuebles compra, aunque se conoce públicamente que sus inversiones se han concentrado en en territorio europeo, norteamericano y asiático.
Sí explica que, a lo largo de 2015 el valor de las inversiones inmobiliarias de Pontegadea “calculado en función de valoraciones realizadas por expertos independientes no vinculados”, según señala en su memoria, “asciende a 6.670 millones de euros”. Al cierre de 2014, sus activos ‘valían’ 4.904 millones de euros. También dice cuántas están fuera de España. Cifra las inversiones inmobiliarias fuera del territorio español en 4.013 millones de euros durante 2015. De ese total, 2.223 millones estaba en Europa y 1.769 millones en el continente americano.
Torre Cepsa
En 2016, el holding lleva el mismo camino. Hace sólo una semana cerró su mayor adquisición en Madrid con la compra de la Torre Cepsa, uno de los cuatro rascacielos que coronan el Paseo de la Castellana. La adquisición, al jeque ex presidente de Cepsa Khadem Al Qubaisi, está valorada en 490 millones de euros. Hasta ahora su mayor operación en la capital había sido la compra de Torre Picasso, en 2011, por 400 millones de euros. Pero su poder de compra se reparte por medio mundo. Tiene inmuebles en Londres, Milán, París, Nueva York o Miami, entre otras.
Es, además, el principal casero de Inditex. También lo es de potenciales rivales como Primark o de gigantes tecnológicos como Apple, que tienen tiendas en edificios de su propiedad. En cuanto a su propio grupo, Inditex seguirá generando ingresos a Pontegadea vía alquileres. A cierre de 2015, la textil tenía comprometidos arrendamientos a futuro por valor de 4.932 millones de euros. De ellos, casi la mitad, para un plazo de entre uno y cinco años.
Impuestos
¿Y qué pasa con los impuestos? El pasado año, Pontegadea, abonó al fisco 906 millones de euros, según la memoria. El holding tiene su sede social, al igual que Inditex, en la localidad coruñesa de Arteixo. De esa cifra, la mayoría (861 millones) correspondió a la matriz de Bershka y Pull & Bear.
Pontegadea refleja en su memoria que su actividad inmobiliaria cuenta con “bases imponibles negativas pendientes de compensar” que le permiten suavizar su factura con Hacienda. A 31 de diciembre, este colchón fiscal alcanzaba los 230 millones de euros. De ellos, 119 millones tienen como límite de compensación entre los años 2028 y 2032. Otros 111 millones no tienen límite temporal. En el caso de Inditex, “mantiene unas bases imponibles negativas pendientes de compensar por importe de 400 millones de euros”.
Además, indica que Pontegadea “se ha acogido a los beneficios fiscales (...) habiendo deducido en el cálculo de la cuota líquida consolidada del Impuesto sobre Sociedades del ejercicio 2015 correspondiente al subgrupo inmobiliario la cantidad de 13 millones de euros”. También señala que “las sociedades consolidadas tenían deducciones pendientes de aplicar por un importe de 74 millones de euros (en concepto, básicamente, de reinversión de beneficios extraordinarios y por doble imposición de dividendos)”.
El holding indica en su memoria que, “durante el ejercicio 2015 han finalizado las actuaciones de comprobación de las sociedades españolas pertenecientes al subgrupo textil. El resultado de las actuaciones se encuentra reflejado en los presentes estados financieros no siendo relevante su impacto sobre los mismos”. También, explica que “en la actualidad se están desarrollando actuaciones de comprobación sobre distintas sociedades del subgrupo textil entre las que destacan las correspondientes a las domiciliadas en Italia, Francia, México y Turquía”.