Fue el pasado 12 de enero. Telefónica y BeInSports sellaban un pacto para la emisión del fútbol. El acuerdo se reflejó en una factura elevadísima: 2.400 millones de euros para emitir tres temporadas de Liga y dos de la Champions y la Europa League. El acuerdo sacudió el sector de las ‘telecos’ y cambió las reglas del juego. Tras su firma, el resto de competidores se vieron obligados a subirse al carro para no quedar atrás en sus ofertas comerciales convergentes. Lo hicieron con acuerdos millonarios para emitir el campeonato liguero.
Ahora, meses después, queda patente una evidencia. “Será difícil rentabilizar contenidos”, ha asegurado este martes el consejero delegado de Orange en España, Laurent Paillassot. Lo hace después de que en el trimestre de arranque de temporada, donde ha logrado liderar el crecimiento en ingresos de todo el grupo, el que hoy es el segundo operador de ‘telecos’ de España apenas haya sumado 77.000 clientes nuevos de su televisión de pago.
Ni Orange ni Vodafone hicieron públicas las cifras del esfuerzo que tuvieron que hacer para adquirir esos derechos. Se estima que se situaría entre los 100 y los 150 millones de euros. A esto hay que sumar los 300 millones que ambos pagaron por hacerse con la emisión de La Liga en bares y otros establecimientos. Los primeros resultados presentados por los galos del último trimestre dejan patente que va a ser casi imposible rentabilizar ese esfuerzo inversor. Confían en que en los próximos años se pueda revisar a la baja, con una reducción de los precios.
Mientras eso sucede, desde la empresa, el segundo mayor operador de España, esperan que haya un incremento del mercado que haga algo más llevadero ese desembolso. Desde la empresa están convencidos de que hay un potencial de crecimiento “muy fuerte” en este terreno.
El fútbol es un contenido que los clientes quieren tener; son parte del coste de hacer nuestro negocio
Pese al coste y al impacto que éste puede tener en sus cuentas de resultados, sobre la mesa no hay, al menos en Orange, retirarse de este mercado. Tienen claro que es un peaje que habría que pagar obligatoriamente: “Es un contenido que los clientes quieren tener; son parte del coste de hacer nuestro negocio”.
Acuerdo con Canal+
El contenido audiovisual ha venido para quedarse en la oferta comercial de las grandes empresas de telecomunicaciones. Es evidente. Pero la realidad es que el escenario español en este segmento está marcado por una adquisición que se anunció en 2014 pero que se formalizó en 2015 tras la luz verde (con varias condiciones) de la CNMC. Telefónica adquiría el 56% de Canal+ por 750 millones de euros. Ese movimiento tenía un objetivo: controlar de un plumazo con buena parte del mercado de televisión de pago y, por tanto, de contenidos.
Ahora que la estadounidense AT&T quiere sacar la chequera para hacerse con Time Warner (por 79.000 millones de euros), desde Orange entienden que la gran operación del año pasado protagonizada por Telefónica ha generado una situación “que no debería ser aceptada”. Según su CEO, el 85% de la cuota de mercado está controlada por una sola compañía. “No nos parece viable ni normal de cara al futuro”, ha admitido.
Los contenidos no se pueden privatizar y ni se puede excluir el acceso a todo el público
Respecto a operaciones como esta, desde Orange España no se ha mostrado partidaria, debido a que ponen límites al resto de competidores y a los consumidores. “Los contenidos no se pueden privatizar y ni se puede excluir el acceso a todo el público”, ha apuntado su CEO.
¿Dando alas al cuarto operador?
Con esta particular ‘guerra del fútbol’ sobrevolando el sector, en las últimas semanas ha habido un movimiento llamativo protagonizado por la propia Orange. La operadora ha firmado una alianza con Masmovil, el cuarto operador, con cuatro objetivos: cesión de su conexión móvil (hasta el año 2021) para MasMovil y Yoigo (4,2 millones de clientes), reparto de los costes de las torres (para reducir los desembolsos de alquileres) y del despliegue de redes y la cesión de las conexiones de fibra como proveedor mayorista.
Los términos de esta operación no se han dado a conocer. Ni en relación a cómo se repartirán los costes del despliegue de redes, ni a cuántos ingresos generará para Orange. Desde la empresa sólo se han limitado este martes a incidir en que “fortalece nuestra posición y facilita la consecución de los objetivos financieros”.
Masmovil tiene que invertir sí o sí y para nosotros es un acuerdo muy positivo sí o sí
Este acuerdo ha generado algunas dudas entre analistas. ¿Está Orange dando alas al cuarto operador? ¿Es esto allanar el camino para un competidor que puede empujar a la baja, a través de sus tarifas más agresivas, a los precios en el sector? Desde el operador galo no lo ven así. “Masmovil tiene que invertir sí o sí y para nosotros es un acuerdo muy positivo sí o sí”, ha defendido el CEO.
La otra pregunta que surge tras esta operación está relacionada más con el futuro de Masmovil. ¿Es este el principio de una posible adquisición de Orange? La respuesta del CEO se refiere a la opinión de la CNMC: “Quiere un cuarto operador”.
Un trimestre récord
Durante los tres últimos meses de este año, la filial española ha liderado el crecimiento de ingresos de todo el grupo. Incrementaron el volumen de facturación un 7,8% gracias al crecimiento en el móvil de casi el 10%. En total logró 1.288 millones de euros. Respecto a la rentabilidad, la compañía se niega a ofrecer datos de Ebitda (beneficio bruto) desglosados. Sólo se limita a decir que no sólo están creciendo en volumen “sino en valor”.
En el lado de la fibra, sigue tratando de acelerar en el despliegue para cumplir sus objetivos de hogares cubiertos. En total el tercer trimestre cerró con 9 millones (el año 2015 se cerró con 6,8). Mantiene el objetivo de alcanzar este año la barrera de los 10 millones y apuntar los 19 millones en 2019.
Con todo, la empresa se encuentra en una tendencia al alza. ¿Invita esto a pensar que habrá una salida a bolsa de la filial en España? El CEO asegura que se trata de una decisión del máximo accionista, que es el grupo francés. Pero, sí se ha preguntado: “Si tienes crecimiento, ¿por qué vas a compartir ese crecimiento con otros”.