Cuando Juan Carlos Tous y otros productores de cine independiente pusieron la primera 'piedra' de Filmin en 2007, Youtube era aún un negocio incipiente. Ahora los dueños de la plataforma española de vídeo bajo demanda ven como el entonces (casi) desierto terreno de juego en el que iniciaron su andadura se ha llenado de repente. Las americanas Netflix y HBO han aterrizado y Amazon ultima el lanzamiento. Con todo, no tienen miedo: “Estamos muy contentos porque nos reafirma en que es un buen mercado”.
La compañía, que en 2015 superó la barrera de los 2 millones de euros de ingresos, pretende resistir ante ese aluvión. Aunque no será fácil, tienen una principal arma. Por la diferenciación de su oferta, más basada en el cine ‘indie’ y en una plataforma más pequeña y con unos gastos mucho más ajustados (y, por cierto, con un pastel de negocio al que atacar mucho más escaso)
Una manada de elefantes
Hasta el año 2016, la escena española se completaba tres grandes actores: Movistar + (tras la adquisición de Canal+ y todos sus derechos por parte de Telefónica), Wuaki y Filmin. A estas se sumaban otras plataformas de grandes empresas tecnológicas que también ofrecían cine, series y producciones audiovisuales a través de la red: Google y Apple, a través de sus tiendas de contenidos (Play y iTunes).
Tras años de especulaciones y de rumores, el año 2016 ha sido el elegido por los gigantes estadounidenses para arrancar en España. Y lo han hecho no sólo con una oferta común, basado en un portfolio de grandes producciones y cine más comercial, sino también echando mano a sus producciones propias. Tanto Netflix, como HBO, pusieron sobre la mesa series y películas con su sello. Amazon hará lo propio en este mes de diciembre.
Era toda una manada de elefantes corriendo hacia pequeños operadores como Filmin. “El interés de estos grandes operadores significa que tiene potencial y estamos contentos de estar siendo los pequeños, los especialistas, los de nicho… porque es el mejor complemento”, apunta a EL ESPAÑOL el consejero delegado de la compañía, Juan Carlos Tous.
Una apuesta diferenciada
Es evidente. Se trata de una respuesta de manual. Las empresas que contemplan cómo uno o varios gigantes toman posiciones en su mercado siempre se defienden con el mismo argumento ante las dudas sobre el futuro y su capacidad para pelear. Más allá de esa respuesta, ¿cómo espera mantenerse firme Filmin en este negocio? La diferenciación es clave. “No sólo en el producto que ofrecemos sino en la forma en la que ofrecemos; siendo prescriptores de contenido e inventando cada día nuevas formas de suscripción con la ayuda de terceros”, apunta.
Esa estrategia, al menos sobre el papel, suena bien. Pero surge la duda razonable: ¿Y si Amazon o Netflix, con capacidad suficiente para hacer crecer su portfolio de manera importante, decide apostar más por las películas independientes y conquistar su nicho? Tous argumenta que operadores como este (y otros) tienen un marcado acento “generalista” y sólo ofrecen un puñado de películas ‘indies’ más mediáticas.
“Atacamos diferentes nichos: nosotros buscamos clásicos, cine independiente, series británicas por las que nadie se atreve a apostar, cine español…”, resalta el directivo. Y él cree que todos esos ingredientes lo convierten en un operador “complementario” que se convierta en la segunda opción para los seguidores de esos contenidos.
Un negocio aún no rentable
El peaje a pagar es que su cuenta de resultados no contempla cifras de decenas o centenares de millones de euros. Su volumen de negocio sigue siendo muy pequeño. En el balance del año 2015, recientemente presentado en el Registro Mercantil, los ingresos superaron, por primera vez, la barrera de los 2 millones de euros. Esa cifra representa un incremento del 25% respecto a lo logrado un año antes. La previsión es que este 2016 se logren más de 3 millones de ingresos netos.
Pero aquí el reto, al igual que sus competidores más grandes, es la rentabilidad. Sigue sin conocer los beneficio. El pasado año las pérdidas sumaron 230.000 euros. Pero en esta ocasión, estos números rojos vienen, sobre todo, por su apuesta internacional con la apertura de una sociedad (y la inversión para el arranque) en México junto con el Instituto Mexicano de Cinematografía (controlada al 100% por Filmin). Esta sociedad acarreó unas pérdidas de 201.000 euros.
La compañía espera alcanzar el punto de equilibrio financiero de manera inminente. Al cierre de 2016, estará cerca de los números negros, según los propios planes de la empresa. Esperan que a lo largo del próximo año se consoliden esos beneficios. “Buscamos ser rentables”, advierte el consejero delegado de Filmin.
La prioridad no es, según explica, crecer en tamaño, sino hacerlo alineado con una disciplina que hagan desaparecer las pérdidas en las cuentas de una sociedad controlada al 100% por pequeñas productoras de cine independiente. El principal accionista es Cameo Media, del propio Tous (con más de una cuarta parte de las acciones), y otras como Vertigo Films, Tornasol Films o Wanda Films.
La compañía ha llevado a cabo en ese ejercicio 2015 un cambio destacado en su propia contabilidad. En concreto, han decidido adaptarla al consumo de los usuarios en una plataforma como Filmin. En vez de periodificar los ingresos de una suscripción anual a partes iguales, lo hacen de manera diferente: imputan más ingresos para los tres primeros meses de actividad (en los que hay mayor actividad y consumo en su plataforma) que en los siguientes. ¿La razón? Era una manera más óptima para contabilizar el negocio, sobre todo, si esa anualidad del usuario no corresponde con un año natural o fiscal.
Apuesta internacional
En esta intención de hacer crecer de manera sostenible el negocio, la compañía ha decidido mirar fuera de las fronteras españolas. A la experiencia en México, que esperan que den sus frutos en las cuentas de 2016 y siguientes, hay que sumar otra alianza en Portugal y otras que se están trabajando en los últimos meses en el continente europeo. Su objetivo es diversificar mercados. “Al ser de nicho, queremos hacer crecer el número de espectadores y de actividad”, apunta el directivo.
Pero lo están haciendo de la mano de terceros. En México, llegaron a un acuerdo con el Instituto Mexicano de Cinematografía. En Portugal, han hecho lo propio, al igual que en Francia y en otros mercados europeos, tras la entrada en su capital de las compañías francesas Metropolitan (distribuidora y productora independiente) y Le Meilleur du Cinema, propietaria de la plataforma de cien online UniversCiné Francia. Su objetivo es convertirse en solución tecnológica de otros proveedores, aportando su tecnología y su plataforma para otros distribuidores.
No tienen una previsión de lo que representará el exterior respecto al mercado español. Tienen claro que quieren ser rentables. Ahora, con la manada de elefantes aquí, Filmin quiere mantenerse en pie. La aldea gala busca seguir siendo irreductible.