La inestabilidad no pasó una dura factura para el sector del capital riesgo español. El año 2016 se cerró con una subida del 3% en la inversión para rozar los 3.000 millones de euros, gracias a un segundo semestre con mayor actividad. “El efecto ha sido muy inferior de lo que se podía anticipar”, ha explicado el nuevo presidente de la patronal del sector, Juan Luis Ramírez. En este escenario, los desembolsos en ‘startups’ cayeron en torno a un 15%, tras lograr un récord histórico el año anterior.
En concreto, el año 2016 se cerró con un desembolso de 2.992 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,4% respecto a la cifra conseguida el año anterior. Fueron los inversores internacionales de ‘private equity’ (fondos que se dedican a pymes más allá de las 'startups') los que salvaron al sector de una caída. Es el único segmento que crece, con un 35% más (1.770 millones frente a los 1.300 de un año antes).
En el resto ha caído la inversión de manera importante: un 7% en los inversores más grandes nacionales, un 62% entre los fondos públicos, y en torno a un 15% entre los fondos (públicos y privados) especializados en ‘startups’.
Una de las sorpresas del ejercicio ha sido el nivel de captación de dinero para invertir por parte de las gestoras privadas en España. Ha crecido un 51% hasta superar los 2.230 millones de euros. “En el segundo semestre del año, muchos fondos que llevaban atascados han podido cerrar sus vehículos”, ha justificado el presidente de Ascri, quien ha alertado de que aún se está muy lejos de los niveles ‘precrisis’ (se llegaron a alcanzar los 6.000 millones de euros para invertir).
El modelo de negocio de un fondo de capital riesgo se basa en la entrada en el accionariado de compañías para, posteriormente, salir con un precio que permita generar plusvalías. Esas ventas se han desplomado durante el pasado ejercicio hasta un 60%: de los 4.700 millones de 2015 a 1.876 millones del pasado ejercicio. Estas cantidades reflejan el valor de coste y no el valor al que se cerró la venta (plusvalías). Pero además Ramírez apunta otro factor: “Venimos de dos años espectacularmente altos y ahora se alcanza la normalidad”.
Caída de en torno al 15% en startups
El año 2015 representó un ‘festín’ para el sector ‘startup’. Se logró un récord absoluto, superando la barrera de los 600 millones de euros en estas compañías. Tras esas cifras llega una rebaja, según los datos de Ascri.
En concreto, según su primer cierre, sumaron 385 millones de euros, lo que supondría una caída del 37%. Sin embargo, en estos números no se incluyen algunas de las operaciones que se cerraron en la última etapa de 2016. Incluyendo estas últimas inyecciones, se estima que la caída sea del 15%. ¿Son más cautos los fondos tras la explosión en 2015? “No creo que haya más cautela, sino que las 'startups' están muy bien financiadas”, explica la nueva vicepresidenta de la asociación, Beatriz González, quien descarta que haya habido una inflación de valoraciones.