Principios de los 90. Internet era un embrión de lo que hoy representa. Juan Antonio Pérez es el fundador de una compañía de distribución de videojuegos. Era Proein. Sus dos hijos, Ignacio y Javier, se hacen cargo de la empresa. Compraban licencias de títulos en el extranjero para luego distribuirlos en España. Así es el origen emprendedor de la familia. Se trataba de los primeros pasos de Javier Pérez Dolset, quien ahora se encuentra en un verdadero atolladero judicial al frente del Grupo Zed ante la posible insolvencia de la compañía.

Teleline (posteriormente Terra), Commandos (uno de los videojuegos más vendidos de la historia de España)… Esos son los nombres que adornan la trayectoria de Javier Pérez Dolset (45 años). Todos ellos describen a un ecosistema tecnológico y de internet aún incipiente, en cierta manera rudimentario e inmaduro. Y esa fue su palanca. Aprovechó precisamente un terreno aún virgen, con escasa innovación en España especialmente en el de la conexión a internet y el móvil, para explotarlo.

Sus orígenes

Fue en 1993 cuando puso en marcha junto a su hermano un proveedor de internet, de la mano de Telefónica. Una joint-venture que unos años después desembocó en un proyecto de contenidos que, a la postre, se convertiría en Terra. Tres años después, vendió su porcentaje a la 'teleco'. Primer espaldarazo de Javier y su familia. Fue ahí cuando decidieron centrarse en los contenidos y crearon Lanetro, un desarrollador de portales de contenidos de ocio y entretenimiento.

En estos primeros años, el año 1998 es otro de los grandes hitos en esta primera parte de su trayectoria. Constituyen Pyro Studios, una desarrolladora de videojuegos. Javier y su familia querían dedicarse al diseño y creación de títulos y no sólo a su distribución. Justo ese mismo año lanzan Commandos. Nada hacía presagiar que se convertiría en uno de los productos más vendidos en este segmento. Segundo triunfo del empresario.

Conforme avanzaba el tiempo, los teléfonos móviles ganaban peso en los hogares. Eran unos dispositivos que no tienen nada que ver con los actuales. Eran mucho más rudimentarios que los actuales: sin internet y con escasas posibilidades para interactuar. Pero los Pérez Dolset vieron también una oportunidad de negocio. Lanetro.com se centró en los contenidos para móviles. Mensajes de móvil enriquecidos, descargas de melodías polifónicas, algún juego muy básico… Esa era su oferta inicial.

Fue aquí donde logró uno de los apoyos clave en su trayectoria empresarial y que desembocaría en una batalla campal: Juan Abelló. A través de su sociedad Torreal adquirió el 10% de la compañía Lanetro.com en febrero del año 2000 a las puertas de la explosión de la burbuja puntocom. Cuando los precios estaban en su nivel más alto. No fue el único que respaldó a la firma, que intentó salir a bolsa sin éxito, pues también contó con la presencia de otros inversores como el empresario de la comunicación Lalo Azcona. Cuatro años después aterrizó en el accionariado el fondo de inversión Apax Partners, comprando el 25% de la empresa.

En paralelo, la compañía se internó en el sector productor. En 2002, Javier crea junto a su hermano Ilion Studios, un estudio de largometrajes de animación digital. Tras siete años de trabajo, estrenan Plante51 para la que invirtieron casi 70 millones de dólares, pero ha generado unos ingresos de 105 millones, según los datos de Box Office Mojo.

A partir de ese momento, la compañía, que llegó a facturar en 2003 casi 30 millones de euros, se lanzó a una carrera de compras para tratar de acelerar. En 2006 adquiere Zed, empresa pionera de este sector, a la operadora nórdica Teliasonera (antigua propietaria de Yoigo). Ese mismo año compró otra firma del sector MonsterMob, cotizada que se había desplomado en bolsa. Pagó 50 millones de euros por un 52,6% de la empresa.

En ese año 2006, justo antes del estallido de la crisis, recibió el segundo gran apoyo empresarial. El Grupo Planeta decidió apostar por los Pérez Dolset y para ello se rascó el bolsillo: pagó unos 100 millones de euros por una cuarta parte de la empresa. La familia Lara iniciaba una andadura que ha desembocado en una auténtica batalla empresarial.

Últimos años complicados

Con los años de crisis y la caída en el negocio empezaron a llegar los problemas. En 2013 arranca una de las decisiones más polémicas y que marcarían el devenir de los años siguientes. La familia Pérez Dolset, con Javier al frente, ponía en marcha una operación corporativa con la que trasladaba su sede a Holanda e iniciaba los contactos que desembocarían en la unión de Zed Worldwide con un grupo ruso vinculado al magnate Mihkail Fridman en un nuevo holding Zed+.

Ese mismo año 2013, el propio Pérez Dolset se ponía delante de las cámaras para dar lecciones a emprendedores en el programa televisivo en RTVE 'Tu Oportunidad', donde ejercía como inversor de proyectos innovadores. Era un verdadero ‘gurú’, aleccionando y ofreciendo consejos a los jóvenes que buscaban financiación para sus iniciativas.

La llamada ‘Operación Zeus’, con la que crear el holding con sede en Holanda, fue sólo el inicio de una batalla en la que los Pérez Dolset se han caracterizado por la falta de transparencia hacia el resto de sus socios españoles, quienes han criticado en innumerables ocasiones la escasa información ofrecida sobre las decisiones tomadas. Hasta hoy, sólo están presentadas en el Registro Mercantil las cuentas individuales (en las que no se incluyen firmas del grupo como Ilion Estudios o Pyro Studios) de Grupo Zed de 2014, en las que se registran un desplome de los ingresos netos (de 26,4 a 914.000 euros) y unas pérdidas de 44,8 millones, el doble que un año antes y unas deudas a corto y largo plazo superiores a los 50 millones de euros.

Fue aquí cuando arrancó una huida hacia adelante, en la que el empresario no ha dejado de sufrir un revés tras otro. Su pretendida salida a bolsa tras la llamada ‘Operación Zeus’ no se logró. Los problemas económicos no han cesado, que han desembocado en el inicio de un concurso de acreedores el pasado mes de julio. Pero también ha sufrido serios problemas legales por su gestión al frente del grupo, cuyo accionariado se reparte entre Pérez Dolset (40%), Grupo Planeta (20%), Torreal (10%), el fondo Veronis (10%) y el Santander (3%), junto con socios minoritarios.

Este viernes, Javier Pérez Dolset se verá las caras definitivamente con sus socios, con los que lleva años enfrentado. Será en la junta general de accionistas, que ha tratado de evitar al máximo con hasta tres suspensiones en los últimos meses. El que llegó a ser uno de los grandes emprendedores de la primera ‘era’ del internet español se pone frente al espejo.