Suma y sigue. La filial española de la tecnológica Oracle, uno de los gigantes del ‘software’ empresarial, ha tenido que pasar de nuevo por caja. La compañía, con unos ingresos anuales de unos 190 millones de euros, confirma en sus cuentas que durante su año fiscal 2016, que concluyó el pasado 31 de mayo, tuvo que pagar 18,9 millones de euros para ponerse al día con Hacienda tras diversas inspecciones. Esta cantidad se suma a los 53,9 millones que pagó el ejercicio anterior.
La empresa, con una plantilla de más de 1.630 empleados en España, mantiene abiertos a inspección los ejercicios de 2012, 2013 y 2014 para varias de las compañías que controla en el país. En los últimos años ha recibido la ‘visita’ de los inspectores de la Agencia Tributaria para revisar el Impuesto sobre la Renta de No Residentes y el de Sociedades.
18,9 millones en 2016
En el ejercicio 2016, cuyas cuentas acaban de ser presentadas en el Registro Mercantil, ha abonado a Hacienda 18,9 millones de euros, que corresponden a “inspecciones fiscales por el Impuesto de Sociedades de ejercicios anteriores las cuales están completadas y actualmente en proceso de apelación por parte de la sociedad”.
Como ha sucedido en el pasado, la empresa considera que ganará todos los recursos interpuestos. ¿Y si no los recuperaran? “Los importes desembolsados serán recuperados de acuerdo a los contratos firmados con su sociedad matriz”, explica en la memoria. Esa matriz, Oracle EMEA Holdings, está ubicada en Irlanda. Es decir, si Oracle pierde su 'disputa' con Hacienda, esos 18,9 millones serán cubiertos por su 'hermana mayor' irlandesa.
La filial pasó a operar a partir del año 1997 como comisionista de Oracle EMEA –una estructura muy similar a la que llevan a cabo otras tecnológicas como Google o Facebook- para la comercialización y distribución de licencias de ‘software’ y soporte técnico de éstas en España.
Otros 87 millones pagados
El año 2009 no fue fácil en el seno de la tecnológica. En abril de ese año la Agencia Tributaria terminó las inspecciones de los ejercicios de 2003 y 2004 en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes y levantó un acta por importe de 9,9 millones de euros. En noviembre, tal y como reza en las cuentas del año 2012, acabó la revisión de los ejercicios del 2005 al 2008. ¿El importe a pagar? 23,6 millones de euros.
En las cuentas de 2015, la empresa confirmó que ha pagado por el Impuesto de Sociedades y el de No Residentes de los ejercicios entre 2008 y 2011 un total de 54 millones de euros.
Un negocio estable
La compañía cerró el ejercicio cerrado en mayo de 2016 con unos ingresos de 191 millones de euros, lo que supone un incremento de un 0,7% respecto al año anterior. El resultado de explotación del ejercicio, que ascendió a 6,6 millones de euros, aumentó un 193% respecto al año anterior. ¿La razón? “La disminución comparativa en la partida de otros gastos, particularmente en servicios exteriores”, apunta.
La firma, cuya plantilla ha pasado de 1.664 a 1.634 trabajadores en un año, pagó un impuesto de sociedades de 2,3 millones de euros. Con todo, el beneficio neto se quedó en 4,4 millones.