El grupo de ingeniería y energía Abengoa registró el año pasado unas pérdidas de 7.629 millones de euros, seis veces más que en 2015 -ejercicio en el que perdió 1.213 millones-, por el deterioro de algunos activos, la ralentización del negocio y los mayores gastos financieros.
El resultado bruto de explotación (ebitda) fue negativo (-241 millones), frente a los 343 millones positivos de 2015, mientras que las ventas se redujeron un 58,6%, hasta 1.510 millones, según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El presidente ejecutivo de Abengoa, Gonzalo Urquijo, ha señalado que estos resultados "deben ser contemplados en el contexto de la reestructuración" de la compañía.
Los resultados negativos responden, según la empresa, a la aplicación del plan de viabilidad a través del reconocimiento de pérdidas derivadas del deterioro de determinados activos (plantas de bioenergía, líneas de transmisión en Brasil, plantas de generación en México y Chile, y créditos fiscales), que suman 6.036 millones.
Otros factores que han influido son la ralentización generalizada del negocio, que ha motivado la dotación de provisiones de coste de construcción por importe de 245 millones, y el mayor gastos financiero -521 millones- por la ejecución y provisión de avales e intereses de demora.
Según Abengoa, estas pérdidas se compensarán con el impacto derivado de las quitas y ampliaciones de capital previstas, lo que permitirá restablecer el equilibrio patrimonial de la empresa y dotarla de la liquidez necesaria para iniciar las operaciones previstas en el plan de viabilidad.
Urquijo ha recalcado que, cuando se complete la "inminente" reestructuración, "la consiguiente reducción de la deuda restablecerá el equilibrio patrimonial".
La empresa ha comunicado este martes a la CNMV que la mayoría de sus acreedores ha respaldado la modificación del mecanismo de desembolso de nuevos fondos que el grupo andaluz había planteado para evitar que la declaración del concurso de acreedores de Abengoa México (Abemex) retrasara la aplicación del plan de viabilidad.
De esta forma, Abengoa podrá iniciar los trámites para cerrar el proceso de reestructuración, lo que permitirá la entrada de nuevos fondos.
Por áreas de negocio, la actividad de ingeniería y construcción registró un ebitda negativo de 327 millones, frente al positivo de 169 millones alcanzado en 2015, y unas ventas de 1.367 millones, un 59,6% menos que en el ejercicio anterior.
En el área de infraestructuras de tipo concesional, el ebitda se situó en 85 millones, la mitad que en 2015 (174 millones) y las ventas en 143 millones, frente a los 243 millones del año anterior.