El presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, ha defendido hoy la expulsión del consejo de administración de la compañía de Corporación Ceslar (9,001 % de capital), cuya representante, Carlota Areces, ha negado haber revelado información confidencial de la compañía a personas que no la conocían.
Ambos primos se han visto las caras hoy durante el juicio por la demanda interpuesta por Ceslar contra la compañía de distribución para impugnar su cese como consejero y la modificación de los estatutos del grupo, que hoy ha quedado visto para sentencia.
La parte demandante ha solicitado que la sentencia se mantenga en suspenso hasta que se resuelva la querella presentada también por Ceslar contra El Corte Inglés por apropiación indebida.
En agosto de 2015, la junta de accionistas de El Corte Inglés acordó expulsar del consejo a Carlota Areces a petición del propio consejo, que decidió apartarla por incumplir sus deberes legales como administrador, como revelar detalles del acuerdo que dio entrada en la compañía al jeque catarí Hamad Bin Jasim Bin Jaber Al Thani, a través de Primefin, con el 10.
"El consejo de administración se sintió indefenso y tuvo que actuar (...) Lo único que hizo fue cumplir su deber de diligencia ante un consejero que había quebrantado el deber de lealtad", ha afirmado Gimeno, quien ha acusado a Ceslar de revelar datos internos de la compañía en cartas enviadas a Morgan Stanley y a los abogados de Primefin, así como en una nota de prensa.
Durante su declaración como testigo, ha asegurado que intentó personalmente reconducir la situación para evitar el cese de Ceslar y ha afirmado que "con que hubiera dicho que no iba a enviar más cartas y que no iba a revelar más datos habría bastado".
Fuentes de la empresa señalan que, en la junta, se aprobó el cese por 3.048 accionistas por "faltar a los deberes de lealtad y secreto" y tres (Ceslar y dos de los hermanos Areces Galán) votaron en contra.
En cuanto a la posible filtración a la prensa de las actas del consejo que aprobó la operación con Primefin, Gimeno ha dicho no tener certeza absoluta de que la fuente fuera Ceslar.
Filtraciones
En cuanto a las informaciones sobre decisiones de la compañía filtradas a la prensa "antes, durante y después" de la permanencia de Ceslar en el consejo -denunciadas por la demandante- Gimeno se ha limitado a señalar que ojalá no se produjeran y que él no puede controlar todos los rumores que rodean a una compañía en la que trabajan 100.000 personas.
"Ningún otro consejero ha mandado cartas ni notas de prensa. Hay que diferenciar una cosa de otra", ha dicho Gimeno, quien ha asegurado que si supieran quién revela información de El Corte Inglés tomarían medidas.
En cuanto a la modificación de los estatutos, ha defendido que se hizo para "modernizarlos" y no porque lo exigiera el inversor catarí, como defiende Ceslar, que asegura que se cambiaron para permitir su entrada en el consejo sin ser accionista.
Carlota Areces, sobrina del fundador del grupo Ramón Areces, ha negado haber revelado en las cartas detalles que no conocieran ya las personas a las que iban remitidas, pues intermediaron en la operación.
En cuanto a la nota de prensa que difundieron los medios y en la que, en nombre de Ceslar, se criticaba el crédito con el inversor catarí y se exponían detalles del mismo, ha dicho que el documento, que le ha sido mostrado en el juicio, no procedía de la corporación porque no tenía ni su membrete, ni su firma ni el papel que suele utilizar.
Ha asegurado que con las cartas quiso poner de manifiesto su preocupación por la opacidad y las prisas con las que se firmó la operación, así como por las comisiones de intermediación que se pagaron.
"No he filtrado ningún acta del consejo a la prensa", ha asegurado la demandante, quien ha explicado que se negó a firmar un documento que le propuso el consejo y que habría servido para evitar su expulsión porque era una "barbaridad", pues se le imputaban unas filtraciones falsas y se le impedía recurrir a los tribunales.