Vía libre definitiva a la creación del mayor fabricante del mundo de turbinas eólicas. La Comisión Europea ha aprobado este lunes, sin ninguna condición, la adquisición del fabricante español de turbinas eólicas Gamesa, con sede en la localidad vasca de Zamudio, por parte de la compañía alemana Siemens. Bruselas considera que la operación no plantea problemas desde el punto de vista de la competencia porque seguirá habiendo rivales creíbles en el mercado de los aerogeneradores.

El visto bueno del Ejecutivo comunitario constituye el último paso para alumbrar la operación, que se anunció en junio del año pasado. Siemens y Gamesa fusionarán sus respectivos negocios de energía eólica, dando lugar así a un líder mundial. La empresa alemana controlará el 59% del capital social de la compañía, mientras que los accionistas actuales de Gamesa tendrán el 41% restante.

De esta fusión, nacerá un grupo eólico con 69 GW instalados en todo el mundo, una cartera de pedidos valorada en 20.000 millones de euros, ingresos de 9.300 millones de euros y un EBIT ajustado de 839 millones de euros, según los datos suministrados por Gamesa.

Siemens consolidará en sus cuentas la sociedad resultante, que tendrá su domicilio social y oficinas centrales en España y seguirá cotizada en España. El centro de operaciones del negocio onshore estará en España, y el del negocio offshore en Hamburgo (Alemania) y Vejle (Dinamarca).

Suficientes rivales

Bruselas ha estudiado el impacto de la operación, que le fue notificada el pasado 6 de febrero, en los mercados de las turbinas eólicas terrestres y marinas, en los que se solapan las actividades de Siemens y Gamesa. El primero de ellos está bastante fragmentado y habrá varios rivales incluso tras la fusión.

En cuanto al mercado de turbinas eólicas marinas, está más concentrado y los principales competidores son Siemens y MHI Vestas. Gamesa también opera en este mercado a través de su filial Adwen. Sin embargo, Bruselas ha concluido que la fusión no modificará sustancialmente la situación porque Adwen no ejerce una presión competitiva sobre Siemens en estos momentos.