En un estudio, la consultora estima que ante un escenario en el que Reino Unido pierde las ventajas comerciales de formar parte de la UE, las importaciones y exportaciones británicas se resentirían, mientras que se incrementarían un 10% los costes de la mano de obra y se depreciaría un 20% la cotización de la libra esterlina.
De este modo, las alteraciones en la cadena de suministro originadas por un brexit 'duro' tendrían la capacidad de disminuir los beneficios netos de las empresas británicas en un 30%, con la industria del automóvil y los sectores 'retail' y tecnológico como los principales perjudicados.
En concreto, las tiendas de alimentación podrían sufrir un impacto de entre 6.000 y 20.000 millones de libras en sus ganancias, mientras que el sector del automóvil y el tecnológico podrían experimentar una caída de entre el 20% y el 35% en sus beneficios.
No obstante, el estudio de Bain & Capital apunta a que los exportadores netos de industrial con bajos aranceles en la Organización Mundial del Comercio (OMC, como la aeroespacial o la farmacéutica, podrían beneficiarse del brexit 'duro' gracias a la depreciación de la libra y a un alivio de la carga impositiva en Reino Unido.
"Las implicaciones del brexit dependerán de la configuración individual de la cadena de suministro de cada empresa y podrían variar incluso entre empresas del mismo sector", comentó al respecto Thomas Kwasniok, experto en cadenas de suministro de Bain y autor principal del estudio.
El documento también contempla que Reino Unido opte por un brexit "suave" con aranceles mínimos o inexistentes sobre el comercio con la UE. "Sin embargo, en este caso, las empresas que comiencen a mover su fabricación o fuentes de abastecimiento fuera de Gran Bretaña corren el riesgo de incurrir en una base de costes más elevada de manera innecesaria", reza la publicación.