Dos de cada tres directivos españoles ven la corrupción como una práctica habitual

Dos de cada tres directivos españoles ven la corrupción como una práctica habitual

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Dos de cada tres directivos españoles ven la corrupción como una práctica habitual

Seis de cada diez directivos en España asegura que a pesar de los continuos esfuerzos por combatir la corrupción y los sobornos "todavía" percibe que el problema está muy extendido en el país.

5 abril, 2017 10:08

Así han respondido el 64% de los encuestados para el estudio bianual 'EMEIA Fraud Survey 2017' elaborado por EY, cuyo porcentaje disminuye frente al 69% registrado en el informe de 2015, y pasa así del puesto número 13 al 17 en percepción de corrupción y sobornos en el conjunto de la región EMEIA (Europa, Oriente Medio, India y Africa). Sin embargo, la cifra obtenida en España se sitúa por encima del dato total, que alcanza el 51%. En concreto, el 27% del total de los encuestados en dicha área afirma que el soborno es una práctica común en su sector como vía para alcanzar un contrato, incluyendo el 14% de los consultados en Europa Oriental. Otro de los rasgos que muestra el estudio, para el que la consultora ha entrevistado a 4.100 profesionales de empresas procedentes de diversos sectores y tamaños, entre ellos, 100 españoles, es que los altos directivos de la zona analizada están "fallando" a la hora de fomentar una cultura ética en la compañías. De hecho, el 77% de los miembros del consejo o altos directivos consultados afirma que justificaría algún tipo de comportamiento ético si este contribuyera a la supervivencia de la empresa y uno de cada tres estaría dispuesto a realizar pagos en metálico para ganar o retener proyectos de negocio. En este sentido, un 28% de los sondeados considera que la regulación ha tenido un impacto positivo a la hora de "disuadir" comportamientos deshonestos, cuatro puntos porcentuales por encima del informe de 2015. Además, casi el 80% dice que el enjuiciamiento de personas podría ayudar a que los ejecutivos evitaran incurrir en fraude, soborno y corrupción. Sin embargo, el estudio destaca que aquellos entrevistados que pertenecen a la Generación Y (de 25 y 34 años de edad) y que representan el 32% de los consultados, muestran actitudes más condescendientes respecto a los comportamientos poco éticos. Un 73% de este colectivo manifiesta que esta mala práctica estaría justificada si con ellos se busca la supervivencia de una empresa, en contraste con casi la mitad (49%) de la Generación X (de 45 a 54 años). La posibilidad de ofrecer pagos en metálico para ganar o retener negocios (25%) o la creencia de que los gestores de la compañía en la que trabajas llevarían a cabo comportamientos poco éticos para ayudar a la supervivencia del negocio (68%) son otros de los aspectos que destaca el informe. Frente a esta situación, solo el 21% de los entrevistados conocía la existencia de un canal para denunciar estas situaciones dentro de su compañía y el 73% "consideraría" la opción de aportar información directamente a terceras personas como medios de comunicación o reguladores. Además, más de la mitad (52%) muestra su preocupación por haber detectado conductas "poco éticas" en su empresa. Dentro de ese grupo, el 48% indica tener presiones para retener información delicada. Pese a ello, en algunos mercados emergentes como Nigeria (27%) o India (24%) señalan que disponen de mayor protección para efectuar denuncias en estas situaciones en comparación con hace tres años. En este contexto, tres cuartas partes sostiene que sus empresas deberían rastrear fuentes de comunicación como el e-mail, las llamadas de teléfono o los servicios de mensajería, pese a que casi la mayoría de los encuestados declara que esto supondría una invasión de la privacidad.