No es una tienda más. Ni es sólo el Zara más grande del mundo. Inditex abre este viernes en pleno corazón financiero de Madrid el establecimiento que ejemplifica la nueva estrategia de la compañía presidida por Pablo Isla. La empresa gallega está echando el cierre a tiendas pequeñas y abriendo locales más grandes, en las principales arterias comerciales. Lo hizo en la calle Serrano, donde abrió un Zara de cinco plantas y, ahora, en pleno Paseo de la Castellana, en el área de Nuevos Ministerios, uno de los nudos de transporte de la capital.
La clave de la tienda es su espacio. El establecimiento ocupa 6.000 metros cuadrados, en un edificio propiedad de su fundador, Amancio Ortega, que antes ocuparon Fnac y Habitat. De ellos, 3.000 m2 corresponden a las cuatro plantas de superficie comercial: dos de prendas femeninas, otra de moda masculina y la cuarta, de niños. Los otros 3.000 metros cuadrados son almacén. Un espacio clave porque va a permitir a Inditex acelerar la capacidad de entrega de pedidos online.
Enfoque integrado
En sus encuentros con analistas o con medios de comunicación, Pablo Isla siempre recalca la expresión “enfoque integrado”. Para Inditex, la tienda online y la física son lo mismo. Se mezclan. Un cliente compra online y recoge ese mismo pedido en tienda. O lo recibe en casa y devuelve en el establecimiento. Y a más capacidad de distribución online más necesidad de espacio físico. Capacidad de almacenaje. Sobre todo si Inditex se lanza a la entrega inmediata.
Y ahí ya ha empezado a hacer pruebas. En octubre del pasado año, puso en marcha un proyecto piloto, a través de su enseña Massimo Dutti, para entregar en el mismo día las compras online, pero sólo en Barcelona. Hasta ese momento, las compras más ‘rápidas’ de esta cadena las entregaba a domicilio el día siguiente.
Otros competidores han ido más lejos. El Corte Inglés entrega pedidos online en dos horas. Amazon también lo hace, pero en una hora, con el servicio Prime Now y con artículos de primera necesidad. La distribución avanza hacia lo inmediato.
El otro cambio del online de Inditex va a venir este año por hacerlo depender de cada país. Hasta ahora, Inditex contaba con una sociedad para controlar su negocio digital en Europa y otra para Estados Unidos, Japón y Canadá. La europea, en 2015, logró un beneficio de 49,8 millones de euros. “Nuestra actividad online es, al menos, igual de rentable que nuestra actividad normal", aseguró Isla a mediados de marzo en la presentación de resultados anuales. A partir de este año, el negocio cambia. Cada país será responsable de su negocio online, aunque las directrices se sigan marcando desde la sede de Arteixo.