La familia Lladó, que controla el 37% de Técnicas Reunidas -la empresa de ingeniería del Ibex 35 dedicada al montaje de plataformas petrolíferas-, no acaba de quitarse de encima la presión que supone tener a los fondos de inversión buscando hacer negocio con las posiciones cortas especulativas sobre sus acciones.
A pesar de que la empresa sigue presentando unos buenos números, con un beneficio en 2016 de 140 millones de euros -ampliamente duplicado respecto al año anterior-, y logrado tras ingresar casi 4.800 millones que llevaban el beneficio de explotación (ebitda) a casi 200 millones de euros, estos fondos han vuelto, en el mes de marzo, a realizar fuertes inversiones apostando a la contra.
Nuevo órdago para llegar al 8%
De momento, el nuevo arreón de estos inversores instalados en las posiciones cortas -toma a préstamo de acciones, venderlas con la idea de que bajen y comprarlas después, para ganar la diferencia entre el precio de venta y el de compra- no ha llegado a los niveles de finales de 2015, cuando, en plena crisis del precio del petróleo, rozaron el 12% del capital de Técnicas Reunidas. Ahora andan entre el 7% y el 8%. Y la empresa cotiza a 38 euros con una capitalización superior a los 2.100 millones de euros.
En aquellos momentos, el precio del crudo tocaba fondo, con el barril a 26 dólares, y los inversores a corto se agarraban como un clavo ardiendo a las grandes incertidumbres de que la empresa controlada por la familia Lladó pudiera cumplir con los contratos, debido a la ralentización y arranque de los proyectos por las dificultades crecientes para obtener financiación.
Tampoco favorecía en nada a los intereses del grupo de ingeniería presidido por José Lladó los conflictos surgidos por las sanciones a Rusia por su crisis con Ucrania, o los nuevos competidores de origen asiático, sobre todo coreanos, que ofrecen grandes descuentos sobre los precios del resto de contratistas.
Estabilidad del precio del petróleo
Aquella crisis pasó. El petróleo dejó atrás los mínimos y hoy cotiza en niveles de entre 55 y 60 dólares. Todavía muy lejos de aquella barrera de los 100 dólares que quedó atrás en agosto de 2014, pero con visos de estabilidad tras el acuerdo alcanzado por los miembros de la OPEP, en noviembre de 2016, para reducir el suministro de crudo y elevar el precio del barril. Hasta este acuerdo, la volatilidad bursátil de la empresa de los Lladó fue muy alta, llegando a alcanzar retrocesos anuales del 37%, cuando, a finales de junio del pasado año, cotizaba por debajo de 25 euros.
Para atenuar aquel aluvión de posiciones de cortas, Técnicas Reunidas lleva desde julio de 2015 comprando y vendiendo acciones propias de manera ininterrumpida -casi a diario-, con el objetivo de mantener su autocartera en torno al 4% del capital.
Retraso en la comunicación a la CNMV
Unos movimientos que la empresa de ingeniería ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con cierto retraso a partir del pasado 10 de febrero. La última información fue remitida al regulador por Técnicas Reunidas este lunes, para recoger las compras y ventas de acciones propias llevadas a cabo entre noviembre y diciembre de 2016. Y lo hacía para reconocer que atesoraba una autocartera de 2,13 millones de títulos, equivalentes al 3,82% del capital de la empresa.
Habrá que ver en las próximas notificaciones a la CNMV cuál ha sido la reacción ante la entrada de 4 nuevos fondos en esta operativa, completamente distintos de los que protagonizaron el aluvión de cortos entre 2015 y 2016. Naya Capital, que entró a corto en enero de 2107 con el 0,56% del capital, prácticamente lo triplicaba a mediados de marzo, al acreditar el 1,32%. Y GMT, Ako y Adelphi acaban de aterrizar en posiciones cortas con porcentajes del 0,81%, 1,24% y 0,64%, respectivamente.