Según el estudio "Global corporate divestment study 2017" del centro de estudios de la consultora EY, tres de cada cuatro compañías pertenecientes al EMEA (Europa, Oriente Medio y África) señalan el "brexit" como una importante razón para desinvertir.
La mayoría de las empresas sondeadas afirman que este tipo de factores externos les llevan a acelerar la decisiones de desinversión, lo que provoca que solo 62 % crea que estas operaciones generan valor a largo plazo, frente al 88 % de los empresarios de América y al 80 % de Asia-Pacífico.
La probabilidad de lograr un buen precio de venta varía según el motivo que lleva a las empresas a desinvertir, de forma que las que se guían por motivos geopolíticos tienen un 31 % menos de probabilidad de lograr vender por encima de lo esperado, un porcentaje que baja al 20 % cuando se vende por la volatilidad macroeconómica.
Por el contrario, las que desinvierten influidas por cambios tecnológicos tienen una probabilidad del 21 % de superar sus espectativas de precio.
Además, para tomar una decisión de desinversión más rápida y efectiva, el 88 % de las empresas afirma apoyarse en la analítica de bases de datos.