Poco le ha durado a Crédit Agricole el prurito de ser el principal accionista de la multinacional sevillana Abengoa.
Tan solo cuatro días después de que el Banco Santander vendiera el 7,28% del capital de la empresa presidida por Gonzalo Urquijo, y dejara a la entidad gala como principal accionista, con el 8,77%, esta reaccionaba, el pasado 10 de abril, reduciendo su participación a apenas el 4,6% tras vender un 4%. De esta manera, se queda CaixaBank al frente del accionariado de la empresa de ingeniería, con el 5% de su capital.
Crédit Agricole es el tercer banco que reduce su participación en la compañía después de que, además del Santander, también saliera de Abengoa el Banco Sabadell. En este caso, de manera definitiva, al vender el 3,17%, todo el capital que tenía. Como contrapunto a estas salidas, entraba en Abengoa el fondo estadounidense Invesco, reconociendo ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Todas estas operaciones se han sucedido de manera vertiginosa inmediatamente después de que Abengoa completara, el pasado 31 de marzo, el proceso de reestructuración de su deuda al comenzar a cotizar las nuevas acciones procedentes de una ampliación de capital y los derechos de compra sobre acciones emitidos para compensar a los acreedores, mayoritariamente bancos.
Estas operaciones dieron lugar a una nueva estructura societaria, en la que los antiguos accionistas vieron diluida su participación hasta el 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedaron con el 95% restante.