La multinacional nipona ha explicado que la razón principal que respalda esta revisión al alza de sus resultados es un menor impacto de amortizaciones, así como "unos costes inferiores a lo previsto", particularmente en el área de microprocesadores.
Sony espera cerrar su ejercicio fiscal con una facturación de 7,6 billones de yenes (64.900 millones de euros), en línea con el pronóstico publicado en febrero, pero un 6,2% menor que el año pasado.
Por su parte, la japonesa prevé alcanzar un resultado operativo de 285.000 millones de yenes (2.434 millones de euros), un 19,8% más que en febrero, pero un 3,1% menos que el ejercicio anterior.