El Banco Sabadell no ha variado un ápice su política respecto a las cláusulas suelo tras la sentencia sobre la retroactividad total dictada, el pasado mes de diciembre, por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Sigue defendiendo a pies juntillas la legalidad de sus cláusulas. Y lo volvía a hacer este viernes a través de su consejero delegado, Jaime Guardiola, durante la presentación de resultados al cierre del primer trimestre de 2017.
“No hemos cambiado nada. El proceso es el mismo. El cliente se acerca al banco para consultar, reclamar o negociar. Y seguimos la misma política. Cuando la reclamación del cliente es legítima, negociamos. Y, si creemos que hubo transparencia, no se hace ninguna rectificación porque entendemos que son cláusulas lícitas”, reitera Guardiola.
Reclamaciones atenuadas tras el arreón inicial
No quiso entrar, como han hecho otras entidades, a dar detalle alguno del balance de reclamaciones que, por cláusulas suelo abusivas, se han realizado en los últimos tres meses, aunque sí se congratulaba de que “tras el incremento inicial percibido, en parte por el impulso mediático registrado, ahora hemos vuelto a la normalidad”.
Un ritmo no muy alto de denuncias que el banco catalán -como ya dijo hace tres meses el presidente de la entidad, José Oliu- confía que se mantenga para que, ni siquiera se lleguen a requerir los 490 millones de euros provisionados por este asunto al cierre de 2016. Y Guardiola lo venía a certificar. Preguntado si serían necesarias más provisiones para atender más reclamaciones por cláusulas suelo, la respuesta fue rotunda. “No hay ningún cambio previsto en este sentido”, zanjaba.
Provisiones inesperadas
Aunque no ligadas directamente a este tema espinoso asunto, los más de 510 millones de provisiones realizadas por el Sabadell durante el primer trimestre se convertían en un dato inesperado por los analistas, ya que la entidad había previsto un total de 1.200 millones para todo el ejercicio. Al respecto, Guardiola quitaba hierro al tema al señalar que “cumpliremos con la previsión, por lo que descenderán en los próximos trimestres”.
El Sabadell argumentaba la dotación anticipada de estas provisiones por los 353 millones obtenidos en operaciones financieras. Prácticamente todo lo que el banco preveía obtener, por este concepto, durante todo el ejercicio, cuantificado en unos 400 millones.
De esas provisiones, unos 30 millones de libras se destinaron para cubrir el gasto anual de 100 millones de libras que el Sabadell paga a Lloyd’s como prestación de servicios a su filial británica TSB, y que dejarán de abonarse cuando la entidad vallesana finalice la migración de datos a su propia plataforma tecnológica.
La evolución de la filial británica es uno de los grandes objetivos marcados por el Sabadell para crecer de manera orgánica. Un crecimiento que se ha visto condicionado por el brexit.
TSB y caída contenida de la libra
Al respecto, Tomás Varela, el director financiero del banco, reconocía que la caída de la libra, en un 18%, había conllevado una puntual menor atribución de TSB al grupo de entre el 3% y el 4%. No obstante, la estabilidad cambiaria registrada en el primer trimestre, daba pie a Varela a pensar que, como estaba previsto, la aportación de TSB al grupo llegue al 10% a final de año. “De todas maneras, tenemos cubiertos los dos primeros años por la vía del capital”, reconocía Varela.
Respecto a que, tras las elecciones generales del 8 de junio en Reino Unido, pueda plantearse un brexit más duro, Guardiola quiso distanciarse de este “lenguaje duro-blando; no me parece el apropiado... la decisión se va a ejecutar, pero habrá que esperar bastante tiempo para llegar a un acuerdo entre la UE y el Reino Unido”, argumentaba.
Digestión de activos improductivos
En ese foco en el crecimiento orgánico, el Sabadell sigue inmerso en la digestión de activos improductivos. Más de 18.100 millones desglosados en 9.400 dudosos y casi 9.000 adjudicados.
Sobre la gestión de estos activos, el director financiero Tomás Varela aprecia que el “mix de ventas da buenas perspectivas”. En cuanto al segmento residencial, apunta que se están cerrando operaciones “con precios equilibrados respecto a provisiones, incluso por encima de éstas”, y que, además, al contrario de lo que había sucedido hasta ahora, “también se están vendiendo locales comerciales, naves y suelo”.