Llevaba meses en el disparadero. Meses. En la época en la que MásMóvil estaba integrando Pepephone, la filial de bajo coste de Vodafone, Lowi, ya estaba trabajando en una oferta convergente fibra-móvil de bajo coste. ¿Por qué la van a lanzar ahora? Muy sencillo, porque Movistar ya ha dejado claro que va a hacer lo mismo con Tuenti y porque MásMóvil está captando suficientes clientes como para no dejar escapar este mercado.
La filial de bajo coste está muy separada del resto de las actividades del grupo. Es voluntad del CEO de la compañía, Antonio Coimbra, que quiere marcar diferencias de todo tipo entre el operador de alto valor añadido y la filial de bajo coste. Es una forma de asegurarse, entre otras cosas, de que la marca más joven no pierda la frescura y siga haciendo cosas diferentes, como su peculiar imagen corporativa a cambio del ilustrador Juanjo Sáez.
Es por esto que la forma de comercializar será muy diferente. Será una oferta de las llamadas 'no frills' (sin complicaciones), con un precio de 37 euros al mes por 50Mbps y llamadas sin límite y 1GB en el móvil, o de 47€/mes por la misma velocidad en fibra, también con llamadas y una franquicia de datos en el móvil de 8GB. IVA incluido.
La oferta de fibra no será simétrica, pero ofrecerá una velocidad de subida bastante razonable, de 30Mbps.
Otras opciones
¿Después de Tuenti y Lowi hará lo mismo Orange con Amena o Simyo? La compañia naranja afirma que no, que ya tienen Jazztel en ese segmento. Sin embargo, el modelo de la compañía creada por Martín Varsavsky no tiene nada que ver con el 'no frills'. Jazztel es una empresa que se basa en la televenta y el marketing online muy agresivos, con precios que esconden sistemáticamente la cuota de línea y basadas en el modelo de terminales 'a 0 euros'. Nada que ver con lo que hará Lowi.
El problema es que es un modelo que ha funcionado bien hasta ahora y Orange tendrá que pensar si realmente tiene que atacar o no al segmento que busca una propuesta de valor simple, puramente online y alejada del teléfono. Dependerá de lo bien que les vaya a sus competidores.
La gran ventaja de todos ellos es que pillan a MásMóvil en una fase aún germinal, con una propuesta más similar a la de Jazztel, cuotas de línea emboscadas en el precio, sin apenas margen para gastar en publicidad y márketing y con una enorme cantidad de problemas a la hora de entregar el servicio correctamente.
Pero también hay un gran problema. En la presentación de resultados de Telefónica, el presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete hablaba de la propuesta 'M4M', el acrónimo de turno para referirse a la idea de ofrecer más y más servicios a los clientes a cambio de facturas cada vez más elevadas.
Todos los operadores han ido jugando a eso y han conseguido que los precios en el sector vuelvan a subir, lo que prácticamente era inédito desde hace años. El problema de estas tarifas es que nacen para competir en un segmento de bajo coste y, repentinamente, depreden sus propuestas de alto valor.
Pero si se la juegan es por tres motivos. El primero es que conviene acabar con MásMóvil antes de que sea un problema. Es como si los egipcios hubiesen ahogado a Moisés en el Nilo. El segundo, que las nuevas propuestas no tienen televisión y tanto los tres grandes como Telecable tienen muy atada esa propuesta de valor con propuestas completas de fútbol de las que los demás carecen. El cliente de Lowi, Tuenti o MásMóvil tiene más interés en limitarse a la TDT y contratar propuestas de streaming como las de Netflix, HBO o Amazon. El segundo es que los clientes con fibra tienen mucha menos tendencia a cambiar de compañía que el resto.