El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado durante su comparecencia en la Comisión de Economía, Industria y Competitividad del Congreso que "si el Santander no lo hubiera comprado el Popular hubiera entrado automáticamente en concurso de acreedores".
Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el ministro, que en su comparecencia ha hecho un exhaustivo balance de los últimos cinco años del Banco Popular. Ha defendido como única alternativa la activación del Mecanismo Único de Resolución (MUR) ante la evidencia de que el banco, que el lunes y el martes había pedido dos inyecciones de liquidez extraordinaria al Banco Central Europea y ya no podía pedir una tercera.
Confirmó la información publicada por EL ESPAÑOL de que el martes a las 15 horas el presidente del Popular, Emilio Saracho, se puso en contacto con él para comunicarle la necesidad imperiosa de encontrar una solución. Inmediatamente se puso en marcha el mecanismo, con la declaración de inviabilidad del banco y el MUR.
Guindos también ha dicho que la resolucion del Popular "no ha contagiado al resto de las entidades del sistema financiero", ignorando el desplome de la cotización de Liberbank que llevó a la CNMV a prohibir las posiciones bajistas, y los rumores sobre el efecto del MUR en la salida a Bolsa de Unicaja.
Coste público
Pedro Saura, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión, puso en duda que no vaya a ver coste para el erario público, y cuantificó en hasta 1.800 millones de euros los créditos fiscales no activados del Banco Popular.
Por su parte, el portavoz de Economía de Podemos, Alberto Montero, espetaba a De Guindos que el Santander había dado un "auténtico pelotazo". "Ustedes lo que han hecho con esta venta es favorecer al banco presidido por Ana Botín en el negocio de las pymes. Se ha vendido a precio de saldo y, además", dice Montero, que el Santander ya se frota las manos con rentabilidades de hasta el 20%.
Toni Roldán, portavoz de Ciudadanos, echaba en cara a De Guindos la dejadez del Gobierno por no aumentar la independencia de los órganos reguladores, y recordaba la mala gestión de Elvira Rodríguez al frente de la CNMV en la anterior etapa.
La portavoz del Grupo Vasco, Idoia Sagastizabal, aseguró por su parte que la CNMV debería haber tomado cartas para evitar que las posiciones cortas campasen a sus anchas en el Popular, y también suspender su cotización en algún momento. Por su parte Ana Oramas, la diputada canaria del Grupo Mixto, preguntó al ministro por la cantidad de dinero que sacaron del Banco Popular las Administraciones Públicas. Y también insistió en la inseguridad en la que quedan ahora los accionistas de otras entidades.
Riesgos del concurso
En respuesta a las intervenciones de los portavoces, el ministro Luis de Guindos volvía a justificar la rápida solución dada a la crisis del Popular. "No hay un euro de ayudas públicas al comprador", zanjaba el ministro.
Insistía, además, en un punto clave: "Con el concurso, los accionistas lo hubieran perdido todo, pero también los depositantes con más de 100.000 euros". De Guindos recordó que, ya en poder del Santander, el miércoles el Popular abrió todas las líneas de liquidez.
En relación a la salida de depósitos Guindos indicó que "la Seguridad Social mantuvo los depósitos, pero sí es cierto que ayuntamientos y comunidades autónomas sacaron grandes cantidades de dinero del Popular en los últimos días".
Sobre las críticas relativas al proceso de consolidación bancaria en España, De Guindos cree que el Popular era un "banco zombie", y que ahora ha dejado de serlo. Señaló que "el Popular no es lo mismo que Bankia o Catalunya Caixa", reiterando que el Estado no va aponer ningún euro y que el Banco Santander no recibirá ninguna protección.
En relación a las implicaciones de esta compra ha indicado que "lo importante son los 7.000 millones de capital que tiene que levantar Santander "aunque parece que no habrá problema", indicó.