La prensa sigue su particular vía crucis. Los datos de los primeros cuatro meses del año a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL reflejan que la caída del sector sigue siendo progresiva y que los grandes perjudicados son El País, El Mundo y ABC. Los líderes de la prensa española han sufrido por partida triple, con la caída simultánea de sus ingresos por publicidad, de ventas y de difusión.

La principal preocupación de los editores pasa por su facturación publicitaria y porque los números demuestran que el tirón de sus ediciones digitales ya no es suficiente para cuadrar las cuentas del negocio. Desde enero, al tradicional desplome del papel se ha sumado una ralentización en el crecimiento de los ingresos de las ediciones digitales, lo que ha arrojado caídas de la publicidad total.

En los dos últimos años, la facturación publicitaria en Internet se había convertido en el refugio de la prensa ya que su empuje -y sus crecimientos de dos dígitos- compensaban las caídas de sus ingresos tradicionales. No obstante, los últimos datos demuestran que este tirón se ha frenado, al menos en los grandes diarios.

Según los datos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, El País ha sido el más afectado con un retroceso en su publicidad del 6,7% -incluyendo digital y papel- si se compara con los primeros cuatro meses del año pasado. Pese a todo, el diario de Prisa sigue siendo el de mayor facturación con 22 millones hasta abril.

Internet no salva al papel

El País es también el mejor ejemplo de que el papel ha lastrado los ingresos digitales. Mientras la facturación de su edición impresa ha caído más de un 20%, la digital ha mejorado un 11% en el mismo periodo. Respecto a la proporción de los ingresos, más del 45% ya son digitales.

En El Mundo, por otra parte, la caída es del 3,1% para todos sus ingresos por publicidad tras cerrar el cuatrimestre con una facturación superior a los 18 millones. El diario de Unidad Editorial cae un 11% en el papel frente a un crecimiento más tibio cercano al 10% en el digital. En el diario de Unidad Editorial los ingresos digitales ya son el 45% del total.

Por su parte, el diario ABC ha visto como los ingresos de los cuatro primeros meses del año llegaron a los 12 millones, esto es un 5,8% menos. Esta caída se explica fundamentalmente por la pérdida del tirón del papel que se dejó un 15% de sus ingresos publicitarios y una cifra equivalente de crecimiento digital.

La diferencia con sus otros dos competidores es que en el diario de Vocento su facturación digital sigue siendo muy inferior al papel, con un 38% del total.

La difusión también cae

Pero la sangría de estos tres diarios no solo se limita a la publicidad ya que las ventas y la difusión también siguen retrocediendo. Como ya se publicó en EL ESPAÑOL, las cifras de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) reflejan que no hay mejora.

En el caso de El País, sus ventas han registrado una media diaria de 100.200 ejemplares entre enero y abril, lo que se traduce en un retroceso del 20,8% comparado con el mismo periodo del año anterior. La difusión media fue de 182.300 copias, un 13,7% menos.

El Mundo ha registrado una media diaria de ventas de 63.500 ejemplares en los primeros cuatro meses del año, esto es una caída del 18,3% acumulada. En difusión la caída se atenúa hasta los 99.300 ejemplares, un 13,1% menos.

Publicidad y ventas en números rojos

El diario ABC tampoco obtiene mejores resultados. En ventas registró 57.400 copias, un 19,7% de caída acumulada entre enero y abril. La difusión se redujo un 17,7% en este mismo periodo hasta los 81.900 ejemplares.  

Al no tener ingresos digitales por venta de noticias, la situación se vuelve muy preocupante para estas cabeceras, ya que sus dos principales fuentes de ingresos -y responsables de más de dos tercios de su facturación- ya están en números rojos. Y todo pese al gran tirón de audiencias de sus ediciones digitales.

En el sector esperan que la situación del mercado comience a mejorar a partir del segundo semestre de este año, aunque la incertidumbre y el pesimismo son los sentimientos predominantes entre los editores.