En concreto, se prevé que sean despedidos en torno a 1.400 empleados, teniendo en cuenta que la firma deportiva tenía una plantilla de 70.700 trabajadores a fecha de 31 de mayo de 2016.
Además de recortar la base de empleados, Nike ha creado una nueva división estratégica para responder a los clientes de una manera más personalizada bajo el nombre 'Consumer Direct Offense', que será conducida por el actual presidente de la marca, Trevor Edwards.
Asimismo, ha explicado que la compañía logrará impulsar el crecimiento gracias a la puesta en marcha de la nueva división, centrándose principalmente en los clientes de 12 ciudades que, aseguró, en 2020 representarán el 80% de su crecimiento: Nueva York, Londres, Shanghai, Pekín, Los Ángeles, Tokio, París, Berlín, Ciudad de México, Barcelona, Seúl y Milán.
De igual modo, señaló su intención de simplificar la estructura geográfica para mejorar la eficiencia, pasando de dirigirse a seis segmentos de importancia a cuatro: América del Norte; Europa, Oriente Medio y África (EMEA); China; Asia Pacífico y América Latina (APLA).
En este sentido, indicó que, a partir del año fiscal de 2018, los resultados financieros de Nike se organizarán en torno a los nuevos cuatro segmentos geográficos.
"El liderazgo de Nike junto a los cambios organizacionales, permitirán una mayor agilidad para la puesta en marcha de la nueva estrategia", informó el grupo.
"Esta nueva estructura busca ofrecer innovación y velocidad, a través de conexiones más directas, así como ser más agresivo en el mercado digital", explicó el presidente del grupo, Trevor Edwards.
Por otro lado, Nike anunció que reducirá en un 25% los estilos de sus zapatillas, centrándose especialmente en marcas clave como ZoomX, Air VaporMax y Nike React. Asimismo, con la intención de lograr una reacción más rápida a las nuevas tendencias de consumo, aseguró que acortará los plazos de producción a la mitad.