En agosto de 2013 Jeff Bezos invertía una mínima parte de su fortuna en comprar el Washington Post, uno de los periódicos más respetados del mundo, altavoz del Watergate, pero que atravesaba por uno de sus momentos empresariales más complicados. Lejos del glamour del pasado, una crisis de ingresos y de modelo le obligó a realizar un duro plan de recortes para reducir pérdidas de más de 50 millones de dólares.
Con este negro panorama, ¿qué hacía el dueño de Amazon -valorada en 475.000 millones de dólares- invirtiendo 250 millones en un diario de papel? La decisión sorprendió al sector y planteó una serie de interrogantes respecto del futuro de la prensa y de su relación con la tecnología. En sus primeros discursos Bezos prometió una revolución, pero también apostando por el periodismo.
Casi cuatro años después ¿ha cumplido Bezos con sus promesas? Según Bob Woodward la situación no puede ser mejor. Quien destapara el Watergate junto a Carl Bernstein y que además lleva 45 años en el periódico, estuvo esta semana en Madrid como el ponente estrella Management & Business Summit, donde además de tomar el pulso al estado actual del periodismo, se refirió a su jefe y su influencia en el nuevo Washington Post.
Comprometido con la financiación
Woodward indicó que Bezos está comprometido para que el diario tenga toda la financiación que necesita para sus investigaciones periodísticas. “Ha apoyado muchísimo el periódico”, dijo, agregando que “está bien tener detrás de tu empresa al hombre más rico del mundo”. Recordó que el dinero que Bezos gana no lo reparte en dividendos sino que lo reinvierte en la empresa. En definitiva, según Woodward, Bezos “quiere asegurarse que contemos con todos los recursos necesarios para realizar nuestro trabajo”.
Las palabras de uno de los periodistas que destapó el Watergate no son casuales. En los últimos meses, los medios internacionales han reconocido que junto a The New York Times, el Washington Post se ha posicionado como uno de los diarios que mayores exclusivas dan sobre la administración de Donald Trump.
Un modelo de exclusivas e investigaciones que Bezos ha consolidado con la inmediatez de Internet y en el equipo de profesionales entre los que se encuentra Woodward. Los gestores de Amazon además han aprovechado este sistema de alertas de noticias para atraer usuarios hacia un modelo de lectores de pago que ha crecido en un 75% durante 2016.
Plan de ajustes y pérdidas en 2012
Pero, ¿qué ha cambiado realmente desde la llegada del dueño de Amazon? En 2012, el último año sin Bezos, The Post Co (editora de Washington Post) ganó 131,2 millones de dólares aunque con pérdidas de 53,7 millones en el periódico, una agudización del desequilibrio de 21,2 millones que se registraron en 2011. En el caso de la división de prensa, los resultados siguieron su curso descendente, tanto en circulación como en publicidad, tras un fuerte plan de reestructuración que incluyó despidos y cierres de cabeceras digitales.
Con estas cifras muchos se sorprendieron con la compra de Jeff Bezos Bezos ha impulsado una fuerte revolución tecnológica que ha sustentado en un crecimiento periodístico. Las oficinas del histórico diario fueron renovadas, se creó un sistema de edición propio y se cambió el modelo de producción hacia un concepto global impulsado por el tirón de Internet.
En los últimos tres años, el Post ha duplicado su plantilla de desarrollo tecnológico y ha vuelto a contratar periodistas demostrando que los resultados desde el punto de vista del producto son evidentes. En mayo, según cifras de Comscore, el Post tuvo 78,7 millones de usuarios únicos y 811 millones de visitas. En términos globales los datos de crecimiento se sitúan en el 22% interanual.
¿Rentabilidad o mecenazgo?
Los ingresos publicitarios en Internet ya superan los cien millones de dólares anuales, con crecimientos de dos dígitos durante los últimos tres años en suscripciones digitales, según ha dicho Jed Hartman, jefe de ingresos del periódico. El modelo de suscripciones apuesta por los micropagos, algo muy similar a los pagos que se realizan en Amazon por el uso del servicio.
Pese a ello, la rentabilidad del diario sigue siendo una incógnita. Desde que Bezos se hizo cargo del Washington Post el periódico ha dejado de publicar regularmente sus resultados económicos, una medida que sigue la línea de la opacidad de las grandes empresas de Internet. Sin conocer sus gastos, queda en el aire la viabilidad económica de la cabecera a través de sus propios ingresos.
Woodward dijo en Madrid que Bezos se preocupa de que no falte dinero para que el diario siga creciendo, pero no es posible comprobar si ese dinero sale de Amazon, del Washington Post o de la fortuna personal de Bezos cifrada en 75.600 millones de dólares.