Mediados de los '90. Pablo Kurt es un joven apasionado por el cine. Crea su propia base de datos en su ordenador, donde puntuaba películas y comparaba sus votos con los de los críticos de grandes medios. Ese primer trabajo es el germen de Filmaffinity, la mayor base de datos de cine en español, con 3 millones de visitantes únicos al mes sólo en España, utilizada para recomendaciones de películas y series.
Con un equipo de apenas 6 empleados fijos, facturan algo menos de medio millón de euros al año mediante anuncios publicitarios con una larga travesía tras la que se mantienen como una compañía independiente, pese a los cantos de sirena de los grandes grupos de comunicación europeos para sacar la chequera. Y tras la que siguen teniendo una audiencia fiel, con 126 millones de votaciones a películas y series y más de medio millón de listas de recomendaciones creadas por la comunidad.
Primeros años “muy difíciles”
Kurt quería trabajar en una empresa de Internet. Era finales de los '90 y la red aún era una rudimentaria herramienta. Finalmente, decidió marcharse a Canadá. Un año de inmersión para aprender a crear webs y su promoción. Su proyecto final del máster consistía en la creación de un pequeño portal de cine amateur. En 2001, hizo de nuevo las maletas para volver a España. Ya tenía la base de Filmaffinity.
¿En quién apoyarse para hacerlo crecer? “El estallido de la burbuja de internet y el 11-S limita cualquier posibilidad de que algún fondo de capital riesgo me apoyara, aunque hubo algún interés, y me decido a hacerlo por mi cuenta”, asegura en un correo electrónico a EL ESPAÑOL Pablo Kurt. Fue entonces cuando conoció a Daniel Nicolás, un programador web, que se embarca en el proyecto con él (hoy sigue siendo su socio, quince años después).
Fue una pena que no hubiera dinero para poder promocionarla, ni en publicidad, en financiación… eso sí, aprendimos todo por nuestra cuenta
Esos primeros años fueron “muy difíciles y con mucho trabajo, pero muy excitantes”. “Fue una pena que no hubiera dinero para poder promocionarla, ni en publicidad, en financiación… eso sí, aprendimos todo por nuestra cuenta desde cómo promocionarla, hasta cómo dar los primeros pasos de lo que luego se llamó red social”, explica el cofundador.
¿Primer negocio? Venta de DVDs
El crecimiento en esta primera etapa fue muy lento. Se convirtió en casi una travesía en el desierto. No sólo en audiencia, sino también en ingresos. El panorama publicitario en aquel momento era más que sombrío. Y el escenario lo dibuja bien Kurt: “El coste por cada mil impresiones había bajado literalmente a cero, la poca publicidad que había era por coste por clic, pero apenas daba dinero”.
El coste por cada mil impresiones había bajado literalmente a cero, la poca publicidad que había era por coste por clic, pero apenas daba dinero
Si no había dinero para publicidad en una web… ¿cómo ingresar? La salida fue una línea de negocio lateral que generó algunos réditos: la venta de DVDs y las comisiones vinculadas a esa actividad. Así estuvieron durante los primeros cuatro años de actividad de Filmaffinity.
Audiencia: crecimiento lento
Ese crecimiento de audiencia fue firme, aunque muy lento. Esa falta de recursos en los primeros pasos pasaba factura. No hubo, incluso, ni el clásico ‘clic’ en el que una web da un salto en visitas: “A nosotros nunca nos pasó”.
En el año 2004, la revista norteamericana PC Magazine les declaró la mejor web del mundo dentro de las ‘desconocidas’. “Fue la única vez que pensábamos que se dispararían las visitas, que nos saturarían los servidores… pero apenas se notó”, admite Kurt, quien con el tiempo lo rememora con una sonrisa. Esos orígenes iban a grabar a fuego la filosofía de la empresa: “Preferimos la estabilidad, que no haya cambios bruscos e imprevistos; crecer poco a poco, previendo lo que puede venir y estando preparado”.
Menos de millón de euros: sin saturar con publicidad
El tiempo fue pasando y la web creciendo. Hoy cuenta con 3 millones de usuarios únicos en España y sirve más de 47 millones de páginas al mes en todo el mundo. La publicidad ganó peso y es la única fuente de ingresos. En 2015 facturaron algo menos de medio millón de euros (y 63.000 euros de beneficios). ¿Y en 2016? Tampoco los superó.
¿Por qué unos ingresos tan bajos para la audiencia que ha conseguido reunir? “Considerando los territorios y la competencia en la que nos movemos, ganar unos pocos cientos de miles de euros es bastante poco, no para mantenernos, sino para crecer como querríamos”, admite Kurt. Él es consciente de que factura menos que otras webs en visitas parecidas. Pero no quieren caer en el error de la saturación. “No queremos saturar al usuario con publicidad intrusiva, queremos su confianza y no perderlo con estrategias agresivas”, asegura.
Ganar unos pocos cientos de miles de euros es bastante poco, no para mantenernos, sino para crecer como querríamos
Con esta actividad, el equipo que trabaja para la compañía es muy reducido y estable. Son seis fijos, para el equipo técnico y programadores. Los diseñadores son externos y la agencia de comercialización de publicidad también es contratada. También están externalizadas algunas partes de la administración de la empresa. “Somos una web grande pero una empresa muy pequeña y lo cierto es que estamos cómodos así”, asegura Kurt, quien precisa que cuentan con un trabajador en México encargado de la expansión en el continente americano.
A esta pequeña plantilla suman un nutrido grupo de “inestimables y magníficos” voluntarios y colaboradores de numerosos países que publican contenido de cine y series. “Son gente con mucho conocimiento y una gran pasión por el cine que mejoran la base de datos con información muy fiable y actual… son parte del equipo”, asegura.
Los grandes llamando a la puerta
Pese a ese tamaño, muchos grupos han llamado a su puerta en este tiempo. No han llegado a buen puerto esas conversaciones. “Somos fieles a nuestro lema ‘El usuario es el centro de todo’… Mientras podamos seguir creciendo solos intentando mejorar la web y adaptarnos, así seguiremos”, apunta Kurt, quien insiste en que si alguna vez necesitaran a un socio que aportara estructura para escalar sabrían qué puerta tocar.
“Nos hemos reunido con varios grandes grupos europeos, que curiosamente se han interesado mucho más por nuestra visión del proyecto que los principales grupos españoles”, asegura el cofundador. Estos últimos están, según lamenta, más preocupados por el número de usuarios a añadir a su audiencia que en otros aspectos.
En este tiempo, no han tenido reuniones con grandes inversores, ni con la propia Amazon (que adquirió hace años IMDB, su ‘hermano mayor’ estadounidense). “No han venido fondos de inversión ‘puros’ dado nuestro nivel de ingreso, que hace que no seamos excesivamente interesantes para ellos”, apostilla.
Latinoamérica, la próxima ‘meca’
En la última fase del proyecto, Filmaffinity ha mirado a Latinoamérica. Y lo ha hecho para crecer. Pese a ello, el peso de España sigue siendo muy alto, aunque cada vez menos. En torno al 70% de las visitas proceden del país de origen. “Llevamos sólo unos meses pero sí podemos decir que Argentina está funcionando muy bien, mejor que México y que Colombia; Chile van más lentos por ser mercados más pequeños”, apunta el directivo.
Kurt mira al futuro con Latinoamérica como el nuevo ‘maná’. Preparan versiones de Perú, Uruguay, Venezuela y Ecuador. Siguen creciendo, pero no quieren desnaturalizar el proyecto. “Nos gustaría seguir como ahora, siendo una web independiente, fiable y estable que crezca pensando principalmente en el usuario, no tanto en la rentabilidad”, concluye.