El veto impuesto por la CNMV a las posiciones inversoras favorables a la caída en Bolsa de Liberbank el pasado 12 de junio, fecha en la que se publicó el anterior registro de bajistas previo al que se ha dado a conocer este lunes, se traduce en la liberación de un 0,49% de su capital de manos de estos inversores. Las acciones tomadas en corto han pasado de representar un 1,39% de su capital social a quedarse en solo un 0,9%.
Esta liberación se achaca, fundamentalmente, a la imposibilidad de crear nuevas posiciones bajistas o aumentar el umbral de caída previsto para las ya existentes, que habrían tocado fondo con las recientes y verticales caídas de cotización del banco heredero de Cajastur. Un retroceso que se consiguió frenar también con la medida de urgencia decretada por el organismo supervisor y que, según este mismo lunes ha desvelado su presidente Sebastián Albella, podría prorrogarse más allá del plazo inicialmente definido.
Desde que está vigente la prohibición de cortos sobre Liberbank, su cotización ha medrado un 22%. No obstante, este lunes se ha vuelto a situar en el blanco de la diana bajista ante las noticias del rescate a los bancos menos solventes de la región del Véneto, en Italia. Una vez más, el mercado -que ha premiado al alza al grueso del sector tanto en Europa como en la Bolsa española- ha señalado al heredero de Cajastur como talón de Aquiles ante una hipotética necesidad de financiación externa para doblegar sus problemas de morosidad.
Antes de la prohibición de cortos, estos habían permanecido invariables en el 1,39% durante un mes. No obstante, este umbral al que la CNMV decidió actuar distaba mucho de ser el registro máximo soportado por la entidad, que ha llegado a tener un 1,76% en manos de estos inversores bajistas.