En el último mes, una treintena de compañías han manifestado su interés por Alitalia. Se ha señalado a grandes grupos como Lufthansa, Air France-KLM, IAG o Norwegian Air entre los posibles salvadores de la aerolínea italiana, pero el único que ha abierto la puerta a una posible compra ha sido el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary.
La aerolínea irlandesa está dispuesta a comprar Alitalia, pero sólo “si hay importantes cambios y reestructuraciones”, ha afirmado el directivo. La otra condición es adquirir la mayoría del capital de la italiana, que arrastra una deuda de unos 3.000 millones de euros. “No estamos interesados en comprar partes de Alitalia”, ha subrayado el directivo. Si no hay acuerdo para su compra, la irlandesa también está interesada en "ocupar el espacio que dejaría", ha reconocido.
De las más de 30 empresas que han manifestado interés en la italiana, declarada en quiebra y bajo administración extraordinaria, un total de 18 cumplen el primer requisito para hacerse con la aerolínea o alguno de sus activos. El plazo para presentar las ofertas cumple el próximo 21 de julio, aunque no serán vinculantes hasta octubre. Pueden, además, adquirir todo el capital o ciertos activos y contratos o reestructurarla.
Recorte de plantilla
Pero para que Ryanair se lance, es necesario que los directivos de Alitalia “se comprometan a hacer cambios importantes y reestructuraciones en el seno de la empresa”, ha dicho O’Leary ante los medios italianos.
Las normas europeas marcan como límite el control de un 49% del capital de una aerolínea si se trata de una empresa extracomunitaria. El controlador de Alitalia, con un 51%, es CAI (Compagnia Aerea Italiana), un grupo participado por Intesa Sanpaolo (20,5%), Poste Italiane (19,48%) y UniCredit (12,99%) que se encargó de refundar la aerolínea en 2009, después de su primera bancarrota. El otro 49% está en manos de Etihad Airways, aunque la emiratí ya advirtió en 2014 que para seguir invirtiendo una reducción de personal de la aerolínea. Etihad "está fuera del juego", ha asegurado el directivo de Ryainair.
Para O’Leary, la reestructuración de Alitalia también es necesaria, “ahora tiene 4.000 o 5.000 empleados que no se sabe qué hacen” porque “no son técnicos, pilotos o miembros de la tripulación”. Además, se activaran la compra de la aerolínea, no se aceptarían interferencias de los sindicatos que perjudicaran el desarrollo de la operación, aunque el directivo se ha mostrado abierto a negociar. “No querríamos una situación en la que luego los sindicatos se quejen al Gobierno y hagan huelga”, ha agregado.
La segunda quiebra en una década
La aerolínea sigue operando, pero su situación económica es delicada. Con una deuda que supera los 3.000 millones, el consejo de administración puso la empresa en manos de una terna de comisarios extraordinarios designados por el Gobierno a principios de mayo. Es la segunda vez en menos de una década que la compañía se encuentra en esta situación.
La misión de los comisarios es elaborar un plan de negocio viable para lograr vender la compañía después de que el Gobierno italiano indicara que, a lo sumo, daría un crédito puente de 600 millones para garantizar la supervivencia durante seis meses. Este plan debería ver la luz en julio para evitar el cierre de la aerolínea.
A principios de junio, se declaró en bancarrota en Estados Unidos en un intento de proteger sus operaciones en el país y no perder su acceso al aeropuerto JFK de Nueva York a causa de las facturas impagadas. Paralelamente, la aerolínea espera que el Tribunal de Civitavecchia resuelva la petición de declaración de estado de insolvencia.