El Estado espera un ‘calentón’ bursátil de Bankia tras asumir BMN para otra privatización
Goirigolzarri deja caer que, antes de que acabe 2017, se “pueden encontrar momentos” para que el FROB venda otro paquete.
28 junio, 2017 03:20Noticias relacionadas
“Al final será el accionista, el FROB, el que decida, pero a lo largo de 2017 se pueden encontrar momentos para vender paquetes”. Así lo dejaba caer, como si tal cosa, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en la rueda de prensa celebrada para analizar los extremos del acuerdo de fusión alcanzado entre la entidad que preside y Banco Mare Nostrum (BMN). El Estado, a través del FROB, ostenta el 66% de Bankia, que capitaliza por 7.900 millones de euros.
Aunque la fusión entre Bankia y BMN no quedará cerrada hasta el próximo mes de diciembre -una vez recabado el informe de un experto independiente, las respectivas juntas aprueben la operación y se obtengan las autorizaciones de los órganos reguladores-, las palabras de Goirigolzarri dejan entrever la confianza en que, hasta entonces, se produzca un ‘calentón’ bursátil de Bankia que propicie una rápida desinversión del FROB. Si las cuentas salen, ni siquiera se esperaría a culminar la fusión para acometer una nueva desinversión del Estado, como la llevada a cabo en febrero de 2014.
Echando números, tras el 'contrasplit' de acciones llevado a cabo por Bankia el pasado 5 de junio -agrupación de títulos en una proporción de cuatro antiguos por uno nuevo-, las acciones de la entidad presidida por Goirigolzarri, que cotizaban por poco más de un euro, pasaron a hacerlo por 4,11 euros. Y este martes, tras el acuerdo de fusión con BMN, cerraban en 4,17 euros, con una subida del 3,53%.
Llevar la acción de Bankia por encima de 5,41 euros
Todavía muy lejos de los 5,41 euros, la cotización a partir de la cual el FROB podría plantearse una nueva desinversión de Bankia. Esos 5,41 euros, tras el ‘contrasplit’, equivalen a los antiguos 1,35 euros por acción que, en mayo de 2013, pagó el fondo del Estado por hacerse con el 68,4% de la entidad.
Así las cosas, el Estado necesita que Bankia se revalorice al menos un 30% para vender un nuevo paquete y obtener algo de plusvalía. Cuando lo hizo en febrero de 2014, se deshizo del 7,5% por 1.304 millones, a un precio por acción de 1,51 euros, lo que equivaldría hoy a 6 euros tras la agrupación de títulos. Entonces, el beneficio neto de la desinversión fue de 136 millones de euros.
Futuro incierto para 900 sucursales y 4.000 empleados de BMN
Al margen de esta eventual nueva desinversión del Estado en la entidad que dirige, Goirigolzarri no quiso entrar en uno de los espinosos asuntos derivados de cualquier operación corporativa entre entidades financieras, como son la supresión de sucursales y la consiguiente reducción de personal.
“Vamos a poner a funcionar las sinergias. En Bankia lo sabemos hacer. Pero es demasiado pronto para hablar de cierres de oficinas y despidos”, se curaba en salud el presidente de Bankia. No obstante, sí dio por sentado que “todo será transparente y buscando acuerdos con los sindicatos”. Banco Mare Nostrum (BMN) cuenta con una red de casi 900 sucursales y una plantilla que ronda los 4.000 empleados.
Demandas y pérdidas iniciales para el Estado
Ante la posibilidad de que pudieran producirse demandas procedentes de accionistas minoritarios de BMN, al entender que los 825 millones en que ha sido valorada la entidad estuviera por debajo de las expectativas, Goirigolzarri comentaba que ese precio resulta “muy centrado, razonable y equitativo”, y recordaba que una supuesta oferta anterior recibida por el FROB, por un precio mayor, “no era vinculante y fue realizada sin una due diligence previa”.
Lo que no deja lugar a dudas es que, tras la fusión, el Estado pierde inicialmente 1.100 millones. La diferencia entre los 1.645 millones de dinero público inyectado para el rescate de BMN y los apenas 540 millones que valen ahora las acciones del Estado en BMN, ya en la entidad fusionada. Goirigolzarri quitaba hierro al asunto. “Hay que ponerlo todo en valor. El FROB ni pierde ni gana. Si no se vende nada no hay pérdida real”, puntualizaba el presidente de Bankia.
Riesgos de implementación tras la fusión
Aunque desde Bankia entienden que los riesgos de la fusión con BMN están más o menos acotados y controlados, Goirigolzarri quiso dejar claro que no se pueden infravalorar. “Cualquier fusión tiene riesgos de implementación. Se minimizan pero son importantes y no hay que frivolizar con ellos”, añadía.
Lo que sí descartaba de plano el presidente de Bankia es que vayan a entrar en nuevas operaciones corporativas tras cerrar la fusión con BMN. “Bastante tenemos con concentrarnos con BMN como para pensar en otras operaciones”, y argumentaba que su interés por el Banco Popular, antes de que fuera resuelto y lo comprara el Banco Santander, fue sólo un mero análisis de la entidad cuando recibieron el libro de venta. Bankia lo desechó y “ahora no vemos ninguna oportunidad en el mercado”, zanjaba el asunto Goirigolzarri.