Elena, una joven profesora de educación secundaria, ha venido a Berlín con sus padres para hacer turismo esta semana y huir así del calor de Andalucía. Esta granadina afincada en Málaga ha llegado a la capital alemana tomando vuelos directos de las compañías easyJet y Ryanair. Hasta no hace mucho, Air Berlin se encontraba entre las empresas que ofrecía abundantes conexiones directas con el aeropuerto malagueño, el cuarto en tráfico aéreo de la Península Ibérica.
Sin embargo, ahora los aviones de Air Berlin se dejan ver muy poco por la infraestructura aeroportuaria de Málaga. Para Elena, Air Berlin no estaba entre las mejores opciones para viajar. “Los vuelos que mejor nos venían, por precio y hora, eran los de easyJet y Ryanair”, cuenta a EL ESPAÑOL tras un extenuante día de turismo en la capital alemana.
De haber volado con Air Berlin, no hubiera sido una excepción que a Elena le pasara como a Karlheiz Blessing, responsable de Personal y Organización en el consorcio automovilístico alemán Volkswagen. A principios de mes, Blessing debía haber viajado con Air Berlin desde la capital germana hasta Saarbrücken (suroeste). Pero su vuelo fue cancelado. El diario regional Saabrücker Zeitung pudo recoger después la reacción de enfado del directivo de Volkswagen: “No vuelo nunca más con Air Berlin”.
En estas fechas de temporada alta, Air Berlin debería estar aprovechándose de la buena imagen con la que cuenta España entre los alemanes. El año pasado, 10,7 millones de turistas germanos visitaban suelo español, convirtiéndose en segundo colectivo que más viaja a España, igualando el número de franceses (10,7 millones) y sólo siendo superado por los británicos (16,9 millones). Los aviones con el logotipo de Air Berlin, sin embargo, se van a perder gran parte de los desplazamientos que hagan esos alemanes o españoles como Elena y sus padres.
Air Berlin ha dejado sus grandes destinos turísticos en manos de la compañía austriaca NIKI. Ésta, como parte del Grupo Air Berlin, se ha hecho cargo de esos vuelos de acuerdo con la organización ideada para este verano por los responsables de la empresa alemana. Desde NIKI señalan a EL ESPAÑOL que el cambio en la oferta es sólo de apariencia, aunque ahora presenta el “encanto austriaco” de sus servicios abordo. La firma de la república alpina está centrada en la conexión de grandes ciudades alemanas como Berlín, Düsseldorf, Hamburgo, Colonia o Múnich con Mallorca, Ibiza, Alicante, Málaga y las Islas Canarias.
Sin embargo, planes no están dando los mejores resultados. Basta con prestar atención al número de anulaciones y retrasos de más de tres horas sufridos por los viajeros de Air Berlin en los últimos tres meses.
Según indican a EL ESPAÑOL desde la organización de defensa de los derechos de los pasajeros EUclaim, “desde el principio del plan de verano de Air Berlin [presentado el 26 de marzo, ndlr.] hasta el pasado 6 de julio” hubo “2.008 anulaciones de vuelos interiores en Alemania”. También se registraron 101 retrasos de más de tres horas en las conexiones alemanas.
La situación ha obligado al CEO de la compañía, Thomas Winkelmann, a decir en clave de disculpa que a él “le duelen los retrasos” de sus aviones. “Yo mismo me pongo negro cuando hay más de diez minutos de retraso”, señalaba Winkelmann en una entrevista con el semanario alemán Die Zeit. Ese mensaje lo repiten en Air Berlin cuando este periódico pregunta por los servicios de la compañía. “Pedimos disculpas a nuestros socios y a nuestros pasajeros por los disgustos”, señalan desde el departamento de comunicación de la compañía aérea.
Mallorca se lleva la peor parte
Según las cuentas de EUclaim, “alrededor de unos 300.000 pasajeros de Air Berlin tuvieron problemas” en los tres últimos meses. Entre esos vuelos figuran los 86 anulados y otros 147 retrasados durante más de tres horas que, entre el pasado 26 de marzo y el pasado fin de semana, unían rutas entre España y Alemania. “Gran parte de esos vuelos son de NIKI”, apuntan aludiendo a las conexiones afectadas desde la organización de ayuda a los pasajeros. Las “peores conexiones”, según los términos que emplean en EUclaim, son las que unen Palma de Mallorca a Düsseldorf (oeste germano) y al aeropuerto de berlinés de Tegel.
El origen de estos problemas está, según explican en Air Berlin, en la empresa AeroGround, responsable desde el pasado mes de marzo del trabajo que desarrollan los maleteros en Tegel. “Un ejemplo: hace dos sábados AeroGround tenía cinco maleteros en lugar de veinte para cargar y descargar”, apuntan desde Air Berlín. La compañía aérea pide a AeroGround que “arregle definitivamente esta penosa situación”.
AeroGround, sin embargo, rechaza ser la única responsable del “caos de las maletas” del que hablan desde hace semanas los medios de comunicación germanos. Ante esta actitud, el Grupo Air-Berlin ha movido ficha. Desde este fin de semana vuelve a trabajar parcialmente con la empresa Wisag, compañía que había sido sustituida este año por AeroGround. Wisag se ocupará de los servicios supuestametne causantes de los retrasos y anulaciones en los destinos turísticos que opera NIKI.
Hace dos fines de semana Winkelmann estimaba en unos diez millones de euros las indemnizaciones que su compañía debe pagar a los miles de viajeros afectados. De momento, no parece que Winkelmann, que llegó a la empresa el pasado mes de febrero procedente de la low-cost Germanwings, pueda hacer que la compañía remonte el vuelo.
Un lastre de deudas millonarias
Air Berlin ha experimentado en los últimos años pérdidas multimillonarias. En los últimos nueve años, la compañía sólo ha sido capaz de generar beneficios netos en 2012, unos 6,7 millones de euros. Restando ese año, desde 2008, la empresa no ha dejado de registrar pérdidas. Éstas alcanzaban la cifra récord de 781,9 millones de euros el año pasado. La situación de la empresa, que da trabajo a unos 8.500 personas, ha sido tachada de “precaria” por la ministra alemana de economía Brigitte Zypries.
Para sanear esas cuentas, no ayuda a Air Berlin que tenga que dejar de contar con los 25 euros de gastos que cobraba a sus pasajeros que pagaban tarifa económica y que, por lo que fuere, anulaban su reserva o no embarcaban. La semana pasada, el Tribunal de Justicia de la UE se pronunciaba en contra de esas tarifas. Ese pronunciamiento parte de una denuncia contra Air Berlin de la Federación de Asociaciones de Consumidores alemanes.
El futuro de Air Berlin depende en buena medida de Etihad Airways. La compañía de los Emiratos Árabes Unidos es el accionista mayoritario de la empresa germana. El pasado mes de junio terminaron sin acuerdo unas negociaciones para relanzar Air Berlin a través de la unión de NIKI con TUIfly, compañía de la empresas alemana del sector turístico Tui. Otra de las opciones que se han valorado aparentemente en vano es una adquisición pactada con Lufthansa.
A priori, una operación así resulta complicada, pues tendría que contar con la bendición de las autoridades de competencia. Lufthansa y Air Berlin son empresas que compiten ofreciendo numerosas conexiones idénticas. No es seguro que las autoridades antimonopolio den su visto bueno. Tampoco lo es que en Lufthansa guste la idea. Carsten Spohr, CEO de la mayor compañía área germana, decía a finales de junio que “actualmente no veía” la adquisición como una alternativa.
En espera de soluciones duraderas, a Air Berlin le toca pasar el “caos de las maletas”, como si fueran turbulencias añadidas a su ya de por sí complicada marcha.
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