La operación Chamartín puede salir adelante después de un cuarto de siglo de idas y venidas, y de innumerables ocasiones en las que parecía que las obras iban a comenzar en cualquier momento. Una vez más, parece que el acuerdo está próximo y que todo depende de que el Ayuntamiento que lidera Manuela Carmena acepte un borrador con pinta de ultimátum.
En las próximas horas se celebrará una reunión entre todas las partes para discutir el borrador de acuerdo que tiene sobre la mesa el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Fuentes próximas a las partes afirman, siempre 'off the record', que fueron los otros los responsables de la filtración al diario El País.
Los objetivos de Carmena
Tenga razón quien la tenga, de esta reunión podría salir un documento ya preparado para su firma y que concede a Carmena sus principales objetivos: reducir un 36% la edificabilidad global del proyecto, evitar el soterramiento de buena parte de las vías, llevar la iniciativa sobre los plazos del proyecto y convertir la estación de Chamartín en el centro de un nuevo barrio de servicios.
Si se cierra el acuerdo, a cambio de las plusvalías que dejarán de percibir el BBVA y San José, el Ayuntamiento pagará las infraestructuras viarias. Una compensación baja si tenemos en cuenta la cantidad de viviendas que se perderán: de más de 18.000 a algo más de 10.000.
El área afectada pasaría a ser de 2 millones de metros cuadrados, algo más de la mitad que en el proyecto original. Éstas serán más residenciales al norte de la M-30 y más de servicios al sur, con cuatro ámbitos con coeficientes de edificabilidad independientes.
Si se aprueba el borrador que está sobre la mesa, se prolongaría la Castellana en un eje verde que uniría el paseo del Prado con el monte del Pardo, dando prioridad al peatón, con algo más de diez mil viviendas en el entorno de una nueva city financiera madrileña, en cuya creación se dedicarán más de 200.000 nuevos puestos de trabajo que podrían empezar a crearse este mismo año.
Aparente ultimátum
Todos tienen mucho que perder en estas horas, pero parece claro que si el Ayuntamiento no firma lo que tiene sobre la mesa, la sociedad Distrito Castellana Norte, formada por el BBVA y la constructora San José, podría limitarse a esperar a las próximas elecciones y confiar en la salida de Ahora Madrid de la corporación municipal para volver al proyecto anterior. "Si no hay acuerdo ahora no lo habrá más adelante: se les ha dado todo lo que pedían”, reconocen fuentes próximas a la negociación a EL ESPAÑOL.
La Operación Chamartín pasa a ser de iniciativa pública, lo que permite al Ayuntamiento controlar mejor los plazos sobre qué se construye en cada momento, y el borrador cuenta con la previsible aprobación de Fomento y de la Comunidad de Madrid.
Los más perjudicados, si se cierra el proyecto actual, serán los conductores, ya que se trata de un eje pensado en el peatón y en la bicicleta, con importante presencia del transporte público.