Para Morgan Stanley, el mercado infravalora la capacidad de Iberdrola para batir sus objetivos de crecimiento. La entidad estadounidense dice confiar en que las opciones de la española en Estados Unidos y en el mercado latinoamericano y su esfuerzo en reducción de costes disparen el beneficio por acción en torno a un 17% para 2020.

En un informe titulado 'Cómo llegar a los 10 euros', Morgan Stanley reitera su buena opinión de la eléctrica española: tiene un buen mix de negocio y una sólida estrategia que le permitirán batir sus previsiones, pero el mercado no lo está sabiendo apreciar. Según el escenario que maneja, el beneficio por acción de este ejercicio llegaría a 0,43 euros y se elevaría a 0,50 euros en 2019.

Iberdrola presenta este jueves los resultados correspondientes al primer semestre del año. Es la segunda de las grandes que lo hace, después de que Enegás inaugurara la temporada de resultados este martes. El espaldarazo de Morgan Stanley ha servido para que la acción de Iberdrola escalara más de un 1% a primera hora de la mañana, hasta rozar los 7 euros por acción, aunque durante la sesión ha perdido impulso y ha cerrado en 6,905 por acción. En las últimas tres sesiones, los títulos de la eléctrica han avanzado un 0,84%.

Aunque los títulos de la eléctrica tocaron su nivel más alto desde principios de octubre de 2008, superando los 7,1 euros por acción a principios del pasado junio, en las últimas semanas el mercado había dado una fuerte corrección a los papeles de las utilities (empresas de servicios) europeas que había dejado sus papeles por debajo de los 6,7 euros.

Morgan Stanley ha elevado su precio objetivo para Iberdrola a 8 euros por acción, desde 7,3 euros, con un potencial de revalorización de 16%. Esta revisión al alza llega una semana después de que la entidad estadounidense destacara el modelo de negocio de la energética como el mejor del sector utilities en su informe ‘Best Business Models in Europe’. 

TRES PALANCAS PARA SORPRENDER A SUS INVERSORES

De su conversación con inversores, Morgan Stanley extrae que el mercado conoce bien el modelo de negocio de Iberdrola y su "sólida estrategia", con lo que la acción ya refleja las actuales metas de crecimiento. “No estamos de acuerdo”, subraya la entidad estadounidense que señala tres palancas tangibles con las que Iberdrola puede sorprender positivamente a los inversores. “Creemos que el mercado ha pasado por alto estos catalizadores, a pesar de ser cada vez más evidentes”, señala. Estos catalizadores serían:

- La reducción de costes. La entidad sostiene que el renovado foco en la racionalización de costes puede hacer que se reduzcan más los costes del negocio. Tras revisar las cuentas reportadas en cuatro países, la entidad sostiene que los negocios de la eléctrica están en diferentes etapas de rendimiento, pero lograr un alto nivel de eficiencia en las redes podría suponer un ingremento significativo de los ingresos.

- Maniobras de autoayuda. Pese al menor precio de las materias primas y los recortes regulatorios, en España Iberdrola ha sido capaz de compensar menores ingresos a través del incremento de servicios y menores costes. Medidas la reorientación de los servicios de ingeniería o la apertura del debate sobre la rentabilidad de las nucleares y la continua reducción de costes evitan que surjan riesgos para su negocio, subraya Morgan Stanley.

- Crecimiento en renovables. La sólida posición de Iberdrola en mercados de elevado crecimiento y su escala deberían colocarla en posición para incrementar la inversión en renovables, particularmente en eólica. Así, se estima que alrededor del 50% del aumento de sus ganancias entre 2016-2020 provendrá de esta unidad de negocio.

“Asumiendo que Iberdrola gane nuevos contratos en renovables y redes e intensifique la actual reducción de costes, tiene capacidad para incrementar los ingresos netos un 17% por encima de los actuales objetivos en 2020, lo que impulsaría la rentabilidad financiera en 100 puntos básicos, a 9,5%”, afirma Morgan Stanley en su último reporte sobre la eléctrica.

Pero también hay riesgos. En el escenario de Morgan Stanley, los títulos de Iberdrola no alcanzarían el precio objetivo marcado si se ve impactada por las fluctuaciones del tipo de cambio dado el volumen de sus operaciones internacionales (en libras y dólares). El brexit y la futura relación con la Unión Europea de Reino Unido también son relevantes, indica. Además, dada su exposición en España, posibles cambios regulatorios podrían pesar sobre su acción.

PREVISIÓN PARA EL PRIMER SEMESTRE

En el primer trimestre, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán logró una mejora anual de 1,3% en los ingresos, hasta 8.290 millones. El beneficio neto, en tanto, cayó 4,7%, a 828 millones, y el Ebitda (resultado bruto) un 8,2%, a 1.862 millones, apoyado en la contribución del negocio de redes, sobre todo en Estados Unidos. Entre las causas del golpe negativo estuvieron: las condiciones meteorológicas desfavorables en España -que derivaron en una menor producción hidroeléctrica y eólica-; el débil comportamiento del negocio de generación en Reino Unido; mayores amortizaciones, y, por último, menores ingresos por coberturas de tipo de cambio y derivados.

Aun así, la compañía dijo en abril estar en posición para recuperar impulso a lo largo del año y cumplir las previsiones de crecimiento. De acuerdo a las perspectivas estratégicas 2016-2020, el beneficio neto rondará los 3.500 millones para final del período marcado y el Ebitda se situará en torno a los 10.000 millones.

En cuanto a los resultados de la eléctrica para el primer semestre del año, el consenso de los analistas consultados por Reuters indica que el negocio liberalizado doméstico tendrá un desempeño débil debido a la sequía y a que ha habido menos viento, aunque el negocio regulado servirá para apuntalar la cuenta de resultados.

En promedio, el mercado espera que el beneficio neto alcance los 1.464 millones de euros, ligeramente por encima de los 1,457 millones del primer semestre de 2016. En tanto, el Ebitda se situaría en 3.737 millones, un 3,9% menos que el año anterior; y el Ebit llegaría a los 2.075 millones, un 7,9% menos.

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