El grupo multinacional español Parques Reunidos que, tras 12 años de ausencia, volvía a cotizar en la bolsa española en abril de 2016, está poco a poco cumpliendo con los objetivos de hacer rentable un negocio sujeto a mil y una vicisitudes. Desde la situación económica general a las condiciones climatológicas o la estacionalidad. También influyen los vaivenes accionariales inesperados, como la estampida, en marzo pasado, del fondo británico Arle, hasta entonces máximo accionista del grupo de ocio con casi el 27%.
Y parece que lo está consiguiendo a base de impulsar la venta de pases anuales y preventas, y, también, con una agresiva política de precios para maximizar el ingreso per cápita de la venta de entradas y la adopción de múltiples iniciativas implementadas para impulsar los consumos dentro de los parques.
8,6 millones de visitantes y 254 millones de ventas
Un reguero de actuaciones que llevaba a Parques Reunidos al cierre de su tercer trimestre -el grupo inicia su ejercicio fiscal en octubre de un año y lo cierra en septiembre del siguiente-, a incrementar el número de visitantes un 4,2%, hasta 8,6 millones, porcentaje similar al registrado por las ventas, elevadas a 254 millones, y llevar el ebitda a aumentar un 64,3%, hasta los 6,6 millones de euros.
En ese tercer trimestre, el grupo español que dirige, como consejero delegado, Fernando Eiroa, y que gestiona 61 parques de ocio en 14 países, veía cómo el ‘efecto Semana Santa’ propiciaba un aumento de los visitantes superior al 9%, del 7% de las ventas y de casi el 19% del ebitda, comparados con los datos registrados entre abril y junio de 2016.
Los March, el holding belga GBL y Morgan Stanley
De manera simultánea al negocio propiamente dicho, en los 15 meses transcurridos desde la salida a bolsa, en abril de 2016, la compañía veía cómo se producía un cambio de manos del capital.
El fondo británico Arle -que, en 2007, había comprado el entonces tercer gestor de parques de atracciones de Europa al fondo de capital riesgo estadounidense Advent, pagando unos 900 millones de euros- decidía, entre enero y marzo, desprenderse del 35% del capital que le quedaba tras la irrupción en el Mercado Continuo.
La familia mallorquina March, a través de su patrimonial Corporación Financiera Alba, y el holding belga Groupe Brussels Lambert (GBL) fueron los grandes compradores de las acciones vendidas por el fondo británico, convirtiéndose en los dos principales accionistas. En ambos casos, controlando más del 15% del capital del grupo de ocio que dirige Fernando Eiroa y preside el británico Peter James Long.
Tanto los March como el grupo belga han demostrado durante todos estos meses su intención de permanecer como socios estables de Parques Reunidos. No ocurre lo mismo con el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley, que ha llevado a cabo un sinfín de operaciones.
Estrategia accionarial diversa de Morgan Stanley
Como agente de estabilización de la salida a bolsa se vio obligado a adquirir 5,8 millones de acciones, equivalentes a casi el 6% de Parque Reunidos, y sumaba otros 2,3 millones de títulos comprados en la oferta de irrupción del grupo de ocio en el parqué.
Tres han sido las estrategias inversoras seguidas por Morgan Stanley en Parques Reunidos. Entre abril y diciembre de 2016, mantuvo su participación en torno al 10%, moviendo las acciones, en función de la cotización, entre la tenencia directa y la indirecta a través de instrumentos financieros derivados. Un periodo en el que llegaba a Parques Reunidos Juan Barbolla para hacerse cargo de la dirección de Planificación Estratégica y Relaciones con Inversores. Curiosamente, el directivo procedía de Morgan Stanley, donde ejercía como director ejecutivo en la división de banca de inversión en España.
Grandes altibajos bursátiles
Entre enero y junio de 2017, Morgan Stanley optaba por diluir notablemente su posición en Parques Reunidos. Alternando entre acciones directas e instrumentos financieros, el banco estadounidense mantuvo la participación en el grupo de ocio en torno al 8,5% de su capital. Y hace un mes volvía a corregir la posición para superar de nuevo el umbral del 10%.
En estos 15 meses de presencia en el parqué, Parques Reunidos ha sufrido grandes altibajos. Iniciaba su andadura en el Mercado Continuo con un caída cercana al 5%. Había fijado un precio para su estreno de 15,5 euros por acción para los casi 34 millones de acciones, equivalentes al 55% de su capital, y cerraba, en esa primera jornada del 29 de abril del pasado año, en 14,75 euros.
Desde entonces, alcanzaba Parques Reunidos su precio más bajo el 15 de noviembre del pasado año, cuando cerraba por debajo de 12 euros, y llegaba a máximos el 9 de febrero, en pleno proceso de salida del fondo Arle, cuando cerraba a un precio por acción de 16,75 euros. Este viernes acababa la semana en 16,15 euros por acción, dejando su capitalización bursátil en 1.304 millones de euros.