El banco, que fue nacionalizado durante la crisis, tuvo en el segundo trimestre un beneficio neto de 960 millones de euros, frente a los 391 logrados entre abril y junio de 2016, lo que representó un incremento del 146 %.

El director ejecutivo de la entidad, Kees van Dijkhuizen, atribuyó el resultado trimestral al impacto "positivo" generado por el beneficio no recurrente de 200 millones de euros logrado tras la venta de la división de banca privada en Asia y el perfeccionamiento de dos modelos de riesgo.

Van Dijkhuizen también se refirió al crecimiento de la economía holandesa, así como al de los préstamos para las hipotecas y la banca comercial.

En cuanto al beneficio neto subyacente de los seis primeros meses de 2017, también fue de 1.576 millones de euros, un 39 % superior a los 1.136 millones anotados en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Durante el segundo trimestre de este año, el beneficio neto subyacente aumentó un 45 % hasta los 960 millones de euros.

El resultado operativo de la entidad fue de 2.018 millones de euros entre enero y junio, un 27 % más que los 1.593 millones registrados en el primer semestre de 2016.

Si se observan los datos trimestrales, el resultado operativo de ABN Amro creció un 19 % hasta los 1.124 millones de euros. EFECOM

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