El Gobierno quiere sacar adelante una nueva ley que garantice que el cliente recibe más información antes de firmar su hipoteca, incluso que acuda al notario en más de una ocasión, para evitar que se repitan episodios como los de las cláusulas suelo.

Los grandes bancos coinciden en que la mayor transparencia es "positiva", ya que como expresó recientemente el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, "eso sólo puede ayudar", pero las entidades también aplauden que se incentiven las hipotecas a tipo fijo.

Para el "número dos" de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, es "un gran acierto" que la ley facilite y abarate el coste de pasar la hipoteca de tipo variable a fijo, ya que éstas ofrecen una mayor seguridad a las familias, pues las blindan de posibles subidas futuras.

En la misma línea, el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, consideró igualmente en la rueda de prensa de presentación de los resultados de la entidad que "tiene mucho sentido hacer fácil" la conversión de hipotecas variables a fijas.

Pero siguen siendo muchos los representantes del sector que advierten "sotto voce" de que la nueva regulación, con las distintas alternativas que ofrece, acabará encareciendo los préstamos y limitando el acceso a la financiación para algunos sectores.

CAMBIOS EN LAS AMORTIZACIONES

Y es que esta reforma, para la que se aprobará un proyecto de ley después del verano, pretende que sea mucho más fácil cambiar las condiciones del préstamo ya firmado o ir amortizándolo con un coste menor que en la actualidad.

Tras su tramitación parlamentaria, la futura ley incorporará medidas con la idea de proteger al deudor, entre ellas la posibilidad de amortizar anticipadamente el préstamo en cualquier momento y el banco sólo pueda recibir una compensación "limitada".

Quien tenga una hipoteca variable podrá amortizar anticipadamente pagando una comisión por la cantidad entregada del 0,5 % en los tres primeros años, que bajará al 0,25 % hasta el quinto año, en el que queda reducida a cero.

En las hipotecas a tipo fijo, la comisión de reembolso será del 3 % en los cuatro primeros años y del 4 % a partir de entonces, e igualmente la comisión se aplica sobre el capital que se amortice y no sobre el total de la hipoteca pendiente de pago.

La clave está en si estas comisiones más favorables al cliente y menos ventajosas para la banca se acabarán repercutiendo en la oferta hipotecaria, después de que los interés de demora queden limitados a tres veces el interés legal del dinero y haya nuevos plazos para que el banco pueda pedir el vencimiento anticipado.

Hasta este momento, a partir del tercer mes de impago de la cuota hipotecaria el banco considera al cliente moroso y puede iniciar los trámites para embargar el inmueble, pero ahora ese umbral se eleva y el cliente entra en impago cuando en la primera mitad de la vida del préstamo deja de pagar el 2 % y en la segunda mitad, el 4 %.

De ahí que los banqueros, aunque públicamente han ensalzado algunas de las novedades de la norma, hayan recordado a renglón seguido, como el consejero delegado del Banco Sabadell, que el sector "ha funcionado bien" en los últimos años, salvo algunos "pequeños problemas".

O que el 80 % de las viviendas en España se encuentra en propiedad y los costes de las hipotecas se sitúan en torno al 1 %, de los más bajos de Europa, lo que ha demostrado que "el sistema ha sido tremendamente efectivo", a juicio del número dos del Banco Santander, José Antonio Álvarez.

El reto está en mejorar la ley actual ya de por sí buena, añadió un día después de que el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, confiara en que cada entidad podrá seguir su propia estrategia tras la aprobación de la nueva ley hipotecaria y confiara en que "lo normal" sería que pudieran seguir ofreciendo "buenos productos". EFECOM

mbr/prb