La sorprendente irrupción en el capital de Dia de Mikhail Fridman, la segunda mayor fortuna de Rusia, ha tenido tres inmediatas consecuencias. El repliegue de los inversores especulativos, que, de un plumazo, deshicieron posiciones cortas y redujeron un 20% el capital derivado a esta operativa, la decisión del banco de inversión Goldman Sachs de seguir los pasos de Fridman y hacerse con el 3% de la distribuidora y la rápida venta de 75.769 títulos por parte del consejero delegado Ricardo Currás para hacer caja con la subida de las acciones tras estos movimientos.
Fueron 300 millones de euros los que la segunda fortuna rusa se comprometía a invertir en la distribuidora española que preside Ana María Llopis y gestiona Currás para alcanzar el 10% del capital. Y lo hacía Fridman justo un día después de que la empresa española presentara sus resultados semestrales, con un retroceso del beneficio de casi el 10%, hasta 54 millones de euros.
100 millones ahora y 220 en enero
No obstante, Fridman solo desembolsaba algo menos de 100 millones de euros por la compra de 18,7 millones de acciones, equivalentes al 3%. Para acaparar el 7% restante habrá que esperar a que el magnate ruso refrende el acuerdo colateralizado de compra a plazo, antes del 26 de enero de 2018, para adquirir otro paquete de 43,6 millones de títulos valorado en 226 millones de euros. Todas estas operaciones las realiza el magnate ucranio a través de la sociedad luxemburguesa LTS, filial del grupo inversor internacional LetterOne.
Fridman no resulta un desconocido en España. Que se lo digan a Javier Pérez Dolset, el fundador de ZED -la empresa española pionera en videojuegos-, que el pasado mes de junio acababa detenido en el marco de una operación de la Fiscalía Anticorrupción, acusado de provocar la quiebra de su propia empresa en detrimento del resto de accionistas.
Socio de Pérez Dolset
Una investigación que, según el propio Pérez Dolset, había sido iniciada por él mismo al denunciar amenazas del entorno de su socio, la teleco rusa VimpelCom, controlada por Fridman. Al margen de esta circunstancia judicial, el negocio de la distribución no le es ajeno al magnate judío. Además de sus intereses en telecomunicaciones, a través de su holding Alfa Group, cuenta con inversiones financieras e industriales y posee la mayor cadena de supermercados de Rusia, un negocio con el que, ahora, podría buscar sinergias complementarias.
Desde el punto de vista bursátil, el 15% de subida registrada por Dia el pasado 28 de julio, cuando afloraba en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la inversión de Fridman, se ha visto muy diluida en las 9 sesiones posteriores. En ese periodo, las ventas han vuelto con fuerza, provocando que aquella subida se haya visto cercenada casi un 85%.
Currás hace caja y vende 75.769 acciones
Entre esas ventas de acciones están las del propio consejero delegado de Dia, Ricardo Currás, que en tres sesiones (31 de julio y 1 y 2 de agosto) vendía 75.769 acciones, embolsándose 435.595 euros. Por un paquete similar, adquirido entre noviembre de de 2014 y agosto de 2015, Currás había pagado algo más de 404.000 euros, con lo que habría obtenido una plusvalía del 9%.
Y, entre las compras, llama la atención la efectuada por el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, que también, en la semana posterior a la inversión de LetterOne -la financiera controlada por Fridman, comunicaba al regulador bursátil español la tenencia de una participación en Dia que, tras un par de movimientos, la dejaba estabilizada en el 2,81%, desglosado en el 0,877% de derechos de voto indirectos y en el 1,938% a través de diversos instrumentos financieros a futuro.
Dispar estrategia de los bajistas
Pero, con todo, la principal consecuencia de la llegada del magnate ruso a Dia fue el parón en seco registrado por los inversores especulativos, que llevan 5 años haciendo y deshaciendo a su antojo con los títulos de la distribuidora, llevando el capital a corto hasta el umbral del 25%. La última actualización de la CNMV, del pasado 4 de agosto, lo ponía de manifiesto. Del anterior 24,49% se pasaba al 20%.
No obstante, la estrategia de estos inversores bajistas ante la llegada a Dia del que fuera socio de Pérez Dolset no resultó uniforme. Los más poderosos, BlackRock y Marshall Wace, optaban por la cautela, y decidían mantener inalterables estas posiciones a la espera de ver qué deciden hacer en el futuro.
En cambio, otros fondos, con menor respaldo financiero, no se lo pensaron dos veces y salieron disparados de Dia. GLG Partners reducía estas posiciones cortas del 1,61% al 0,79%, Citadel Europe las dejaba en el 0,36%, y AKO Capital, que acreditaba un 2,06%, bajaba al 0,82% el día que entró Fridman en Dia, y al 0,16% un día después. Con todo, habrá que esperar a próximas actualizaciones de la CNMV para ver qué camino toman estas posiciones cortas tras la llegada al capital de Dia de LetterOne y Goldman Sachs.