En agosto de 2011, una figura conocida del sector aéreo anunciaba el nacimiento de una nueva aerolínea. El que fuera en su día presidente de la quebrada Air Madrid, Fernando González Enfedaque, puso en marcha un proyecto al que le ha costado despegar.
Seis años después, el nombre Plus Ultra Líneas Aéreas todavía no suena mucho, aunque la semana pasada protagonizó una de esas crisis que a toda aerolínea le toca afrontar en algún punto. Un problema técnico en uno de sus aviones obligó a la compañía a dejar en tierra a los 300 pasajeros que tenía embarcados en Madrid hacia Santiago de Chile.
El resultado fue el previsible. Colapso en el aeropuerto y acusaciones de los pasajeros, que afirman que la aerolínea no les mantuvo informados. Desde Plus Ultra, en cambio, aseguran que se hizo una “gestión normal” para estos casos, facilitando hotel y servicios de comida a los pasajeros. Solucionado el problema, el vuelo salió hacia la capital chilena al día siguiente. Un bautismo de fuego para una compañía que quiere sacudirse la etiqueta de ‘low cost’ que se le ha colgado por interpretar sus bajos precios en sintonía con otras europeas, como Norwegian o Level, que operan el largo radio con billetes ofertados por debajo de los 1.000 euros en clase turista.
“Tenemos unas tarifas competitivas que nos posicionan en el mercado como las más baratas, pero dejamos de lado el ‘low cost’, ya que los servicios que ofrecemos están muy lejos de esa filosofía”, señala a EL ESPAÑOL la aerolínea.
El costoso despegue
Las turbulencias desde su creación hasta que ha empezado a operar vuelos regulares hacia Latinoamérica han levantado dudas sobre si la aerolínea lograría asentar su operación. Con base de operaciones en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, la aerolínea ofrece actualmente conexión con tres capitales latinoamericanas: Lima (Perú), La Habana (Cuba) y Santiago de Chile (Chile). Además, como ofrece los vuelos desde Madrid y Barcelona, la compañía se ha sacado de la manga una suerte de puente aéreo con varias frecuencias semanales que añadir a su oferta.
Desde que obtuvo el Certificado de Operador Aéreo (AOC) en 2015, la aerolínea ha tenido sus tira y afloja con la venezolana Coviansa, a la que le alquilaba uno de sus aviones para operar la ruta Madrid-Caracas; ha realizado servicios chárter para el -quebrado- touroperador valenciano Aquatravel entre Madrid y Costa Rica y operó durante 2016 una línea regular a Santo Domingo. Durante el año pasado, entre la ruta a Perú y a Santo Domingo, la aerolínea transportó a cerca de 50.000 pasajeros, indica la compañía. Desde julio de 2015, ha transportado 159.000 pasajeros en su operación regular y chárter, según datos difundidos por la compañía.
Desde sus comienzos, la ambición de Plus Ultra ha sido conectar España con un amplio abanico de capitales latinas. Desde México a Buenos Aires. En junio de 2016, sumó su ruta a Lima, con tres frecuencias semanales hacia la capital peruana. A principios de este año, la aerolínea que preside Fernando González apuntó también a la capital mexicana como una de sus rutas marcadas para este año.
De hecho, cuenta con el derecho de vuelo a Ciudad de México -en las frecuencias que decida- desde 2015, según los datos de Fomento. También llegó a tener cinco rutas a Colombia -a cualquier ciudad que no fuera San Andrés, Santa Marta, Cartagena o Armenia-, pero Fomento las revocó el pasado mes de abril, igual que dos de las cinco que tenía concedidas para volar a Perú.
“Tenemos varios proyectos en mente. La idea es contar con dos o tres nuevos destinos en Latinoamérica en 2018”, indica la compañía a este periódico. Además, agrega, “valoramos la posibilidad de colaborar con una compañía importante del sector para comenzar a volar a nuevos destinos más al este de España”.
La pelea por el mercado latinoamericano
Aunque Plus Ultra es una aerolínea ‘joven’ y, por el momento, con recursos limitados, está decidida a hacer ruido en el mercado latinoamericano, el terreno natural de Iberia. El propio director comercial de la aerolínea, Federico Lledó, lo explicaba tras estrenar la ruta a Chile: el objetivo es ofrecer nuevas alternativas y romper el “oligopolio” de la alianza One World que engloba a gigantes como Latam, Iberia, American Airlines y British Airways.
"En el oligopolio de One World igualan sus tarifas para subir los precios. En Plus Ultra tenemos asientos en Economy Premium por un 30% menos y plazas en Business a la mitad del precio que Iberia", afirmó el directivo según EFE.
Su flota actual se compone de tres aviones Airbus A340/300. Dos de ellos, los primeros y los que vuelan a Lima y La Habana, tienen una configuración gemela con capacidad para 303 pasajeros en dos clases, business y economy. El tercero de estos Airbus es el que la aerolínea ha sumado este año para la línea a Santiago de Chile, pero con una configuración diferente: 275 asientos con tres clases, business, economy premium y economy.
Plus Ultra busca ofrecer los precios más bajos del mercado, los más competitivos, pero se desmarcan del segmento de bajo coste. “Queremos que en las horas que nuestros pasajeros pasen con nosotros, que son muchas en las operaciones de largo radio, tengan las mayores comodidades”.
¿Una diferencia con la mayoría de las grandes aerolíneas? En el precio de un billete en turista incluye dos maletas de 23 kg facturadas además del bulto en cabina, algo muy apreciable en el largo radio y sobre todo por aquellos a los que se dirigen: los expatriados que viven en Latinoamérica.
Desde Plus Ultra reivindican ya su posición como alternativa a precios competitivos, ahora piden que las agencias de viaje les abran la puerta. “El 70% de las agencias no está colaborando con nosotros”, dijo Lledó en entrevista con el medio chileno Diario Financiero. “Algunas están siendo injustas, estamos llevando una mochila ajena, de otros que en su momento no hicieron las cosas bien”.
Pero, por el momento, la compañía prevé seguir creciendo con las tres conexiones que ya opera. Con el vuelo Barcelona-La Habana, Plus Ultra estima que transportará a unos 10.000 pasajeros al año, con un ocupación del 65% para este primer año de funcionamiento en el que hay previstos 52 vuelos. Para la conexión con Lima, la compañía espera que las ventas aumenten en un 65% durante el próximo año.
Capeando la tormenta
Parece que Plus Ultra ha dejado atrás los días negros. A finales de 2015, la presión de sus cuentas y los recortes en personal que realizó la compañía provocaron que Aviación Civil congelara temporalmente su AOC apenas seis meses después de lograrla.
Aun así, los duros comienzos pesan en la aerolínea, como reconoce en las cuentas del ejercicio 2016 enviadas al Registro Mercantil. Las pérdidas del último ejercicio se triplicaron, llegando a 990.500 euros, aunque también se triplicó el importe neto de la cifra de negocios, a 3,3 millones.
“La compañía tiene pérdidas acumuladas derivadas de ejercicios anteriores, consecuencia del retraso en la concesión de la licencia y en los gastos incurridos para su obtención, que serán revertidas en los próximos ejercicios a través de las tres líneas de negocio que se desarrollan: venta de billetes, contrato chárter y ACMI -acrónimo para los contratos de alquiler de avión, tripulación, mantenimiento y seguro-”, señala la memoria.
¿Cuándo se traspasará la barrera de la rentabilidad? En un horizonte de “dos a tres años”, señala la aerolínea a este periódico. “El plan de negocio aceptado por nuestros accionistas contempla un inicio de actividad con pérdidas hasta que se consolide la operación”, agrega.
Al cierre del último ejercicio, la compañía declaraba contar con 73 empleados. Consultado por el número actual de colaboradores, Plus Ultra afirma que el personal de la compañía asciende a alrededor de 300 personas.