En concreto, la acción de la compañía quedó varada en 0,64 euros tras experimentar esta abrupta caída, situando su cotización en el precio mínimo marcado en la jornada.
El grupo, que cosechó pérdidas de 19,5 millones en 2016 y que acumula una deuda bruta de 360 millones de euros, confiaba en superar el escenario de "tormenta perfecta" en la que, en palabras de su presidente, Angel Antonio del Valle, ante la junta de accionistas, se encuentra la compañía debido a "causas imprevisibles y de imposible control" en diferentes proyectos desarrollados por todo el mundo.
Estas circunstancias han llevado a la compañía a mantener negociaciones con las entidades financieras acreedoras (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia) para solicitarles acompasar sus necesidades de liquidez y el vencimiento de la deuda al plan de negocio.
El diario 'El Confidencial' publica este jueves que la banca acreedora, encabezada por el Santander, habría rechazado el plan de rescate, negativa que al parecer ha sido respaldada por el resto de prestamistas.