El grupo dijo que, sin contabilizar las ventas de filiales, sus ingresos subieron un 3 por ciento hasta 44 millones de euros mientras el resultado bruto de explotación (EBITDA) alcanzó los 10,3 millones de euros, un 67 por ciento más que un año antes.

El margen sobre ventas aumentó hasta el 65 por ciento desde el 58 por ciento de 2016.

Al cierre del semestre, la cartera de pedidos del grupo alcanza los 27,4 millones de euros, frente a los 29,6 millones del año anterior.

La compañía ha llevado a un complejo proceso de reestructuración, tras solicitar un preconcurso de acreedores en 2014 que le llevó a reducir su deuda y reordenar su actividad en aquellas geografías más rentables.

La deuda financiera neta a finales de marzo se situaba en 11,9 millones de euros, frente a los 46,6 millones de euros a junio de 2016.