Sanitas, una de las principales aseguradoras de nuestro país, lleva en manos británicas desde 1989. Bajo la batuta del grupo BUPA, la aseguradora ha sido fuente de quebraderos de cabeza para los ingleses.
Desde los sondeos realizados para intentar cambiar la marca e introducir la británica, descartados por la fuerte implantación de Sanitas en España; hasta las constantes inspecciones a las que ha sido sometida por la Agencia Tributaria. Especialmente entre los ejercicios 2007 y 2010 cuando fueron analizados absolutamente todos sus tributos.
Un dolor que continúa dado que, a fecha de hoy, todavía está pendiente que el Tribunal Económico Administrativo Central decida sobre el recurso presentado por la compañía que lidera Ignacio Ereño, sobre la investigación al Impuesto de Sociedades. Todo después de que Hacienda considerase que puede existir un presunto fraude para evitar el pago de 28 millones de euros en el Impuesto de Sociedades.
Una situación complicada para cualquier empresa que, sin embargo, optó por dar un giro radical a su modelo en el año 2013. Desde entonces, la mayor parte de su negocio está controlado por una matriz basada en Londres: Bupa Investments Overseas Limited. Una compañía que tiene sucursal en España y que le permite consolidar fiscalmente el pago de impuestos. Es decir, beneficiarse de la doble imposición, y lograr -al final de la cadena- reducir la carga fiscal para maximizar el beneficio ofertado a su matriz.
Beneficio a costa de dividendos
Una empresa que recibe la mayor parte de sus ingresos de España desde Sanitas Holding, S.L.U. la empresa que controla la parte core del negocio en España; los seguros (Sanitas, S.A.); así como Sanitas, S.A. de Hospitales, que gestiona buena parte del negocio hospitalario; y Sanitas Emisión, destinada a la venta de los distintos productos de la compañía.
Sanitas Holding es, simplemente, una sociedad intermedia cuyo beneficio en 2016 ascendió a 114,3 millones de euros, frente a los 82 millones del año anterior. ¿De dónde proceden sus ingresos? Básicamente de los dividendos obtenidos de las tres empresas que penden de ella.
Así lo indica la propia compañía en su memoria anual, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En ella se comprueba cómo los ingresos de la empresa fueron de poco más de 114 millones de euros. De ellos, 109 millones corresponden a dividendos de la parte de seguros y 5 millones a la parte de ventas. La parte hospitalaria no aportó nada, según aparece en dicha memoria. Además, sus cuentas de 2016 todavía no están disponibles.
Hablamos, además, de una sociedad “que no dispone de ningún empleado, siendo su filial Sanitas, S.A. de Seguros la que se encarga de la gestión administrativa; para ello repercute a la Sociedad un cargo anual de 11.000 euros”, según aparece en la memoria.
Una compañía, por cierto, que está sustentada gracias a una línea de crédito de 100 millones aportada por Sanitas, S.A. De no ser así, y por las deudas que mantiene con empresas del grupo y asociadas por valor de 62 millones de euros, estaría en problemas. ¿El motivo? El pasivo corriente excede con creces el activo corriente, que asciende a 29,3 millones de euros.
Así llega a la matriz
Sanitas Holding pagó en dividendos a su matriz, Bupa Investments Overseas Limited sucursal en España, otros 86,5 millones de euros. La clave de todo, que le permite beneficiarse del criterio de doble imposición; abaratando la factura final y maximizando el beneficio que se repatria.
De hecho, su matriz presenta cuentas en el Reino Unido y no se desglosa por unidades a cuánto asciende el importe recibido.
Una estructura que, por ahora, mantiene abiertas a inspección sus ejercicios desde 2013, el período que marca la Ley. Además, fuentes de la empresa, recuerdan que -aunque hay discrepancias con la Agencia Tributaria pendientes de resolver- la disposición de colaboración es total. Insisten, además, en que su estructura se ajusta a la legislación española.
Desde Sanitas añaden también que toda esta reestructuración diseñada en 2013 tiene como objeto la separación de la gestión y la administración de los negocios sometidos a supervisión y control por parte del regulador de seguros en España. En concreto, para adaptarse a Solvencia II. Algo de lo que tienen conocimiento las administraciones y reguladores competentes. No se hace, explican, con criterios consolidación fiscal; algo que el grupo viene desarrollando desde el año 2013 de manera legítima y legal.