Banco Popular confirma lo que ya se sabía. Que las pérdidas en el primer semestre del año alcanzan los 12.218 millones de euros, fruto de los grandes ajustes de valoración realizados por el Banco Santander a su llegada a la entidad.
El principal cambio se registra en los activos inmobiliarios de Popular; que le llevó a una depreciación de la cartera de 3.454 millones de euros. Pero hay más, la memoria enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegura que durante los primeros seis meses del año se vendieron inmuebles adjudicados por importe de 226.806 millones de euros; de los que provisionados había 142.502 millones. Unas cifras que suponen unas pérdidas de 10.899 millones.
Los fondos propios se redujeron en 332 millones de euros, frente a los 14.453 millones de hace un año. La morosidad se dispara y pasa del 14,42% hasta el 21,32% y la provisión por insolvencias aumenta hasta los 13.200 millones de euros; un 68,5% más respecto a las valoraciones hechas por el equipo de Popular.
Situación de la entidad
Se trata de las primeras cuentas presentadas por el Banco Santander en Popular tras la compra el pasado mes de junio. En él se asegura que "desde el comienzo del año se ha producido un progresivo deterioro del nivel de actividad del banco con importantes bajadas de negocio, especialmente en depósitos de clientes", y que "el nivel de nueva producción de créditos ha sido especialmente bajo".
Los ingresos por comisiones se situaron en 246 millones, después de caer un 2 % en comparación interanual, y el margen bruto se hundió un 46,6 %, hasta 693,5 millones.
Las cuentas incluyen una pérdida de 400 millones de euros por la puesta a valor razonable de la cartera de bonos a vencimiento de Popular.