Según la información remitida por el Banco Popular a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la remuneración del consejo de administración del primer semestre, en realidad hasta la compra por parte del Banco Santander, ascendió a 7,27 millones de euros, frente a los 2,58 millones del mismo período de 2016.
Es decir, el Banco Popular multiplicó por 2,8 la partida destinada a remunerar a su consejo de administración en un momento en el que la entidad se desangraba en bolsa, sufría una huida masiva de depósitos y se sucedían las dudas sobre su futuro.
La remuneración fija de los consejeros se elevó un 16 %, de 1,91 a 2,22 millones de euros, pero mucho mayor fue el crecimiento de la remuneración variable, que se multiplicó por 12,5, desde apenas 0,4 millones de euros en la primera mitad de 2015 a 5 millones.
Es ahí, donde se incluye la prima de 4 millones de euros que Emilio Saracho recibió después de que el Banco Popular le fichara para ocupar la Presidencia de la entidad desde el pasado 20 de febrero.
Ocupó este puesto poco más de tres meses, ya que el grupo presidido por Ana Botín se hizo con la entidad a principios de junio, y antes de su llegada al Banco Popular, Saracho era el máximo responsable del banco de inversión JP Morgan para España y Portugal.